Un fantasma testarudo

¿En coma?

Ahí estaba el, acostado en esa cama de hospital, conectado a varios tubos en esas máquinas donde marcaban tu vida, se acercó a donde estaba, no sabía cómo reaccionar, no sabía si llorar, gritar, enojarse, tantas emociones juntas, no podía procesar lo que estaba pasando, se acercó más, pudo verse mejor con aquella ropa que usan los enfermos, se veía muy tranquilo, tenía una gaza en su mejilla izquierda, pequeños cortes en sus brazos, sus ojos se empezaban a cristalizar y en un abrir cerrar de ojos, lagrimas comenzaron a caer, se escuchó la puerta abrirse, se alejó de su cuerpo para poder limpiarse las lágrimas, vio a Rusia entrar

—No sabia que podías flotar—cerro la puerta tras de si, México lo miro—No puede ser... ¿eres tú?—se acerco hasta la cama—No estas muerto, estás con vida

—Lo se Rusia, pero esto no es bueno—se sento en la orilla de la cama a un lado de su cuerpo

—Pues eso es mejor que muerto—México lo miro con cara de pocos amigos—Mirate estas sanando, no tienes muchas cicatrices, además de que eres hermoso, te ves tan frágil... como si con algún toque te rompieras—México no paraba de verlo, esto hizo poner más nervioso a Rusia—B-bueno... jejeje

—Eso no importa ahora—miro su cuerpo—Mis colores están opacos, 3 meses en coma, es un coma largo demasiado

—Bueno ya que estamos aquí hay que hacer algo

—¿Como que?

—No lo se, eres doctor

—Cierto, cierto,—se paro de la cama y pego su puño en la Palma de su mano, pensó un rato— no... es una locura—rasco su nuca

—¿Que?

—Que necesito encontrar la manera de regresar a mi cuerpo—señaló su cuerpo

—Si, si no hay que perder tiempo—miro el cuerpo de México, después a el con una mirada confusa—¿Como se hace?

—Dejame intentarlo de esta manera—se recostó en su cuerpo

—Esta pasando algo, si creo que funciona—miro los monitores

—¿¡Si?!—se alzo rápido, pero el seguía en coma— Agh claro que no, lo intentaré otra vez—volvió a recostarse

—Intenta concentrarte, debes sujetarte a tu cuerpo

—No puedo—se separo de su cuerpo y miro a Rusia con enojo —parece que no puedo conectarme a mi cuerpo

—Esta bien, está bien, date la vuelta

—¿Que?—arqueo su ceja

—Que te des la vuelta—lo miro serio

—Espero que no me des un beso como la bella durmiente y creas que con eso puedo despertar

—No haré eso, solo date la vuelta

—Bien—se dio la vuelta dándole la espalda a Rusia

Rusia tomó con cuidado la mano de México —¿Que sentiste?—lo volteo a ver

—Fue un cosquilleo—miro su mano, estaba confundido ¿por qué sintió aquel cosquilleo?

—Entonces sigues conectado a tu cuerpo—se acercó a el