RWAR ✦ Taegi

(( ✦ )); Capítulo XIX

Taehyung soltó un suave suspiro, mirando la pantalla de su celular con una mueca, a hurtadillas.

Estaba en el trabajo, tomando un corto descanso, deseando que Yoongi estuviese bien. Tambien queria que el mayor le escribiera, pero no iba a presionarlo. 

Solo habian pasado dos dias. Estaban en miercoles, pero ya lo exrañaba bastante. 

Sintio un golpe en su cabeza, y se dio vuelta rapidamente, viendo a Jennie de brazos cruzados y una ceja arqueada, tratando de contener una sonrisa. 

-¿Qué se supone que haces, Taehyung?— cuestionó, con un tono alegre.— Deberias de estar trabajando, tontito, no estar revisando tus mensajes. 

-Perdoname, Jennie.— musitó.—Es que... extraño muchisimo a alguien. 

-Ese tipo de sentimientos son malos, ¿Sabías? 

Taehyung nego suavemente,  sonriendo con ligereza.

-No es que lo extrañe y lo necesite justo aquí... es solo que quiero saber si esta bien. Él se merece estarlo.

Jennie lo observo con los ojos entrecerrados, y Taehyung solo pudo pensar en lo adorable que era.

-Bueno, te creo.— mencionó.— Pero vuelve al trabajo. Recuerda que te pago por atender a los clientes.

-Lo haré.— aseguró, riendo, guardando su teléfono, suspirando un poco.

En fin, Jennie tenía razón. Era hora de volver al trabajo.

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-¿Cómo que no hablaremos en lo que resta de la semana?— cuestiono, extrañado, recién saliendo del local.

-Namjoon me lo pidió.— le explico con calma.— Dijo que era parte de este pequeño tratamiento. Debía cortar comunicación contigo por al menos tres días.

Kim apreto sus labios, quedándose en silencio por unos segundos, antes de suspirar, mirando a ambos lados de la calle antes de cruzarla.

-¿Y estas bien con eso, Yoongi?— pregunto con un tono sutil, queriendo solo asegurarse. Sabia que estaba en buenas manos, pero no podía evitarlo.

Yoongi era su todo, no quería que nada le pasara.

-Pues...— empezó.— Creo que voy a extrañarte mucho... quizá demasiado.

-Yo también te extraño.— admitio, sonriendo.— Te extraño demasiado, bebé, pero estoy seguro que luego de esto, estarás mejor.

-Lo sé, lo sé.— concordó.— Aún si te extraño mucho... creo que no me causa mucho problema, ¿entiendes a lo que me refiero? Puedo con ello.

-Eso me hace muy feliz, precioso.— lo halago, escuchando su preciosa risita del otro lado de la línea.— Cuando regreses, juro que no te dejo ir de nuevo. Es muy difícil vivir sin ti.

-¿Ah si?

-Sabes que si.— mencionó, sabiendo que su mayor solo quería que siguiera diciéndole cosas bonitas. Casi podía verlo, con sus mejillas rojas y una bonita sonrisa en su rostro.— Extraño ver tus ojitos chiquitos y brillantez, o besar tu naricita pequeñita. Quiero tomar tu mano y llenarte de besitos.