Entre besos y rosas [WooChan]

Final- Ser un Jeon

—Joven Chris— Habló Jeongin, dando leves golpes en la puerta. El castaño se reincorporó de la cama, sintiendo la presión aún en su pecho, después de analizarlo toda la noche había abierto los ojos.— Lo buscan— Dicho esto se retiró.

Chan siguió procesando todo por un momento, las palabras de Hyunjin nunca antes habían tenido tanto sentido.

El profesor Kim nunca lo había querido, sólo era su fetiche. Sólo era un estúpido pervertido que sabía utilizar muy bien sus palabras.

Se reincorporó de la cama, siendo cuidadoso de no despertar a Hyunjin y después bajó a la sala, encontrandose con el director Taehyung admirando la pared donde se encontraban colgados los numerosos reconocimientos y calificaciones perfectas de Chan.

—Director Taehyung...— Habló Chan, bastante extrañado por la presencia del mayor. El mayor giró de inmediato, prestandole atención al menor— ¿Pasó algo?— Preguntó el menor, intentando encontrar el motivo por el cual el mayor estaba ahí, pero nada vino a su cabeza.

—El profesor Kim me dijo que te entregara esto— Respondió el mayor sacando un sobre de su abrigo para después entregarlo al menor. Chan observó el sobre con el ceño fruncido, bastante desconcertado— Debía entregártelo ayer, pero las circunstancias... Bueno... Tú sabes— Agregó el mayor, cortando la conversación de inmediato, no sabía si el menor estaba aún sensible por la repentina desaparición de Woojin. Chan abrió el sobre, consistía en un cheque por una cantidad excesiva de dinero, junto con un par de tarjetas de algunas agencias musicales — Dijo que siguieras tus sueños, sin importar lo que sucediera.— Chan sacó el pequeño papel, y una nota oculta debajo de éste cayó a el suelo. El director rápidamente se agachó para recogerla, y un extraño escalofrío lo recorrió de pies a cabeza

«Tuve que romperte para poder liberarte»

Entregó rápidamente la nota al menor y fingió no haber leído nada. El silencio reinó por algunos minutos, y el mayor no pudo reprimir sus impulsos —¿Qué pasó entre ustedes dos?— Preguntó.

Chan levantó de inmediato la mirada —¿Está usted insinuando algo?— Preguntó el menor a la defensiva, descargando su coraje.

Así que Woojin creía que el dinero solucionaría todas las horribles cosas que le había hecho, creía que podía comprarlo como a una prostituta.

—No es nada, perdón si te incomode, sólo estoy pensando las cosas demasiado.— Respondió el mayor acomodando su corbata, pasando saliva— Te deseo un buen día.— Fue lo último que dijo para después salir de la casa y marcharse. Cualquier cosa que hubiera sucedido con ese par no era de su incumbencia.

Se sentó al pie de las escaleras y permaneció observando la cantidad de dinero que tenía en sus manos. Y por un momento no sintió nada, un simple vacío, y una vez más las heridas comenzaron a abrir y Chan comenzó a llorar al pie de las escaleras, recordando todo lo que había vivido con Woojin.

Para Woojin todo el tiempo había sido una prostituta y nada más. Le había hecho creer que lo amaba, pero sólo era para beneficio propio.

Los pasos de su padre resonaron en la escalera, a la par de su madre, platicaban sobre un futuro juicio, y detrás de ellos estaban sus hermanos. Los sollozos del menor no tardaron en llamar la atención de sus familiares —¿Está todo bien? — Preguntó la mujer, vestida con un elegante vestido rojo, parándose frente a Chan. Nunca antes habían visto al menor tan deprimido. Lo había dejado pasar el día anterior, creyendo que sólo había tenido un mal día, pero no podía seguir evitandolo, quizás era algo más que un simple mal día.

Y rápidamente todos lo rodearon, su padre por la izquierda, su hermano mayor por la derecha, y su hermano menor por detrás.

Jungkook se puso en cuclillas, quedando a la altura del menor— ¿Sucede algo?— Preguntó, y sus hermanos hicieron lo mismo.

¿Cómo le decía a su padre que un hombre mayor había jugado con sus sentimientos? ¿Cómo explicaba que su pareja con la que llevaba tres años lo había violado, y se había marchado para nunca más volver?

—Si alguien te hizo algo podemos hundirlo fácilmente en la cárcel— Habló Hoseok ajustando sus lentes, observando al menor frente a él.

—Sólo tienes que decirnos quien fue y arruinaremos su vida— Completó Félix abrazando por la espalda a Chan, recargandose en su hombro, observando el sobre que traía el menor en sus manos.

— No queremos que cometas los mismos errores que nosotros— Habló la mujer, inclinándose hacia adelante, sin llegar a incarse porque su vestido no lo permitía.— es por eso que somos tan duros contigo— Explicó— Tienes demasiado potencial como para desperdiciarlo cantando con personas de la calle— Acarició el cabello del menor y después volvió a reincorporarse.

—Nunca te lo hemos dicho, pero estamos muy orgullosos de todo lo que haz logrado.— Terminó de decir Jungkook.

El menor sonrió, aún con lágrimas en los ojos, y reprimió las ganas de reír; su familia era horrible dando consejos.

Y entonces Chan lo vio, por primera vez sintió el cariño de su familia. Y por un momento se convenció de quería pertenecer a ese equipo de fieras hambrientos, inalcanzables, firmes en la cima, quizá de esa manera nadie lo lastimaría.

El menor alzó la mirada con los ojos vidriosos, observando a su hermano mayor, extendió el cheque y formó una sonrisa— Inscribeme a la mejor universidad que hayas conseguido — Habló el menor y arrugó el sobre, con las tarjetas de las agencias y la nota dentro.

Y después de ese día Chan no volvió a ser el mismo.

Woojin logró romperlo por completo.

Dejó sus estúpidos sueños y fue moldeado a la perfección por sus padres y hermanos, pasaron los meses y no quedó nada de ese inocente niño que solía ser.

Se convirtió en lo que él y Woojin más odiaban; un Jeon.

Pero, sobre todo, se convirtió en una bestia salvaje imposible de domar.

Una bestia libre y hermosa, que saltaba al ataque antes de que cualquiera pudiera considerarlo su presa.

Ahhhhhhh Fin