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- Exhausted -

Mientras tanto en una cafetería no muy lejos de la universidad se encontraba Alex, tratando de no quedarse dormido en su trabajo y es que la noche anterior se quedó a altas horas de la madrugada estudiando para su examen de criminología, podía echarle la culpa a la escuela, pero realmente no era así ya que pudo a ver estudiado horas antes pero se quedó mirando a su streamer favorito, solo le quedaba insultarse mentalmente por no controlar sus horarios, justo como ahora.

—Disculpa, ¿me podrías dar un capuchino mediano?.

—Claro, en un momento se lo llevó a su mesa.—trató de sonreír amigablemente al cliente que estaba delante de él, pero en cuanto se dió la vuelta su expresión cambio a una de irritación.

—Pero que está pasando hoy, Dios mío, ¿por qué hay tantas personas? —chilló mirando el establecimiento que estaba casi llenó.—Un capuchino mediano, Rubén!

—Sirviendo. Hoy las clases de primera hora de los estudiantes fueron canceladas y está es la cafetería más cercana de la universidad, supongo que es eso.—respondió su amigo mientras servía el café.

Alex era un estudiante de segundo grado de criminología y cuando llegó a la universidad tenía que buscar un trabajo para pagar el alquiler del departamento que compartía con uno de sus mejores amigos. Y encontrar un empleo en una cafetería cerca de su universidad era una oportunidad muy buena, que hasta el rubio que tenía de compañero se presentó a la entrevista, fue una sorpresa cuando se dieron cuenta que ambos quedaron en el trabajo y encima en la misma área, Alex atendía las órdenes y Rubén hacía los pedidos, aunque debes en cuando cambiaban los turnos.
Normalmente no habían muchos clientes en las mañanas porque la mayoría de éstos eran estudiantes de la misma universidad de los chicos y solían tener clases a primeras horas a excepción de algunos turnos, como eran Criminología y Diseño Gráfico que eran las materias de Alex y Rubén estudiaban, aunque rara vez solían tener clases a primera hora, su jefa, la dueña de la cafetería, les daba el permiso de faltar unos turnos si encontraban alguien para suplantar.

—Oye Rubén, si te dijera que tomarás mi turno está noche ¿que me dirías?.— Alex se acercó a su mejor amigo para sonreírle mientras agitaba sus pestañas, el rubio le extendió el café preparado a su amigo mientras negaba con la cabeza.

—No, ve a dejar el pedido.

Ohh vamos! Por favor.— el pelinegro juntó sus manos mientras hacía un leve puchero en modo de súplica.—,tengo examen está noche y estudié mucho para esto.— suplico una vez más.

—Te odio.— respondió.—, está bien.— Dijo finalmente antes de desaparecer por la puerta de la cocina. Siempre caía ante las súplicas del pelinegro y en parte porque sabía que el chico se había esforzado estudiando.

—Sabes que me quieres!—grito desde la caja para ordenar mientras se dirigía a dejar el capuchino.

Se desplazó por el grupo de gente que estorbaba el pasó pidiendo permiso hasta llegar a la mesa del cliente.

—Aquí tienes.—Sonrió. La chica del pedido agradeció antes de darle el dinero y un poco de propina a Alex para abandonar el establecimiento, mientras volvía a la caja de pedidos.

—Hombre, Alex, peque, te queda bien el uniforma rosa!.—pudo escuchar el comentario de uno de los chicos de otra área que solían ir a comer por las tardes al establecimiento y no tenía que voltearse para saber quién era, Guillermo quién solía molestar a los chicos de grados menores y lamentablemente Alex era uno de ellos.

I am Ar ; Fargexby 🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora