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- With you and for you -

—Oye Alex, si la lana se encoge ¿Por qué las ovejas no se encogen cuando llueve?.

—¿Por qué eres tan molesto?.

Hoy era uno de esos días en los que que Alex hubiera preferido quedarse en casa pero tenía que ir al trabajo al igual que a la universidad después de su jornada, normalmente no solía estar malhumorado, pero había dormido poco y teniendo en cuenta que su último examen era mañana tenía que repasar algunas cosas, aunque la materia se le facilitará, era mejor prevenir que lamentar, se encontraba en su hora de trabajo repasando algunos apuntes de ecología, todo estaba tranquilo había uno que otro cliente como de costumbre, así que todo era más fácil para el chico. Excepto porque el rubio que tenía como mejor amigo no paraba de molestarlo y su paciencia se estaba acabando poco a poco.

—Solo hice una pregunta.– Se defendió Rubén formando un puchero.

—Llevás las dos últimas horas haciendo preguntas Rubén, cierra la boca y déjame estudiar.– Respondió Alex volviendo su vista a su cuaderno de apuntes.


—Así nadie te va a querer.– murmuró Rubén mientras regresaba a la cocina.

—Esa es la intención.—Sonrió con la respuesta.

Podría ser que Alex fuera un poco agresivo con las palabras cuando lo sacaban de quicio pero luego volvía a la normalidad después de a ver dicho lo que pensaba y terminaba sintiéndose mal por la brusquedad de sus palabras, aunque Rubén sabía que Alex era un amor de persona con la gente que realmente se lo merecía pero le gustaba hacer que le pidiera perdón para luego comprarle el postre que él quisiera, era una pequeña trampa que siempre caía y cuando Alex se daba cuenta de eso golpeaba ligeramente al chico. Justo como hace 20 minutos.

—Es que eres un torpe, lo digo de verdad.– contesto riendo mientras se bajaba de la espalda de Rubén después de darle algunos cuantos pellizcones.

—Es mi encantó.

Ambos chicos dejaron de jugar cuando escucharon la campanilla de la puerta que indicaba que un cliente entraba, dirigiendo su vista a la persona que acababa de llegar, los ojos de Alex se abrieron en sorpresa cuando pudo reconocer a la persona que acaba de llegar.

—Buenos días! – Saludó el cliente.

Las manos de Alex temblaron un poco, la chica que estaba enfrente de él era una de sus compañeras de clases, no las chicas que solían hacer escándalo al final del aula, si no que una de las pocas personas que le parecía agradable, ella era una de las chicas que era amable con él. Cuando veía que Alex tenía alguna duda y su cara de angustia aparecía por vergüenza a preguntar ella siempre le resolvía sus dudas en clase, solían prestarse los materiales algunas veces y Alex era amable con ella porque le inspiraba esa confianza, aunque en verdad nunca se habían presentado formalmente y en ocasiones olvidaba el nombre de la chica.

—Buen día.– respondió Rubén con un sonrisa, estaba apunto de darse la vuelta y ir a su área de trabajo en la cocina para esperar la orden de la chica castaña.

—¿Alex? Hombre! Si trabajas aquí!.– La castaña sonrió hacía ambos chicos y entonces la curiosidad de Rubén apareció.

—¿Se conocen?.

I am Ar ; Fargexby 🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora