Ushijima se sentó en una de las bancas del vestidor en donde su equipo estaba reunido. Su pie no dejaba de dar leves golpecitos en el suelo y sus manos se frotaban entre sí; sudaba frío.
Kageyama se encontraba a su lado; los demás, regados por el espacio intentando mantener sus nervios en control. Faltaba poco para que tuvieran que salir a calentar y enfrentarse a su primer partido profesional como equipo recién constituido.
—¿Está nervioso, Ushijima-san? —le preguntó Kageyama, con el ceño ligeramente fruncido.
—No.
Sabía que Kageyama no le creyó; que solo decidió dejarlo pasar.
El cuerpo de Ushijima le siguió traicionando y, de alguna manera, contradiciendo sus palabras. No obstante, para él era claro que no se trataba de nervios generados por el partido pronto a suscitarse. Era por otro motivo: otra especie de partido que tenía que atreverse a enfrentar antes de que fuera tarde.
Solo sería cuestión de minutos.
—Wakatoshi, vinieron a verte —avisó su entrenador.
O menos que eso.
Ushijima se puso de pie y se encaminó hasta la puerta que se encontraba entreabierta. Antes de salir de los vestidores, el entrenador lo detuvo.
—Solo por esta vez los dejaré hablar contigo —le indicó.
—Entiendo —respondió Ushijima.
El entrenador se hizo a un lado, dirigiéndose hacia los demás jugadores.
Ushijima salió, cerrando la puerta en el proceso y encontrándose con las miradas apenadas de Tendou y Semi, que habían llegado tarde, pues la visita extraprotocolar de los familiares a los jugadores se había dado hacía 30 minutos.
Agradecía que su entrenador fuera una persona razonable y flexible.
—El tráfico nos jugó una mala pasada —dijo Tendou.
—Está bien. Hay tiempo —contestó él. Enseguida, sus ojos comenzaron un recorrido visual por el pasillo con el fin de encontrar a esa tercera persona que se suponía también debería estar allí.
No la encontró.
¿Ya podía considerar aquella su primera derrota de la vida?
—Oh, cierto —pronunció Semi. Ushijima reencarnó su atención en ellos—. Tu armador estrella estará aquí en un segundo. Fue al baño.
—Se está poniendo lindo para ti —bromeó Tendou.
El cuerpo de Ushijima se relajó ante esa noticia. Sintió tal grado de alivio, que ya ni siquiera se le pasó por la cabeza corrigir a Semi: Shirabu ya no era su armador, lamentablemente. Aunque con suerte, algún día podría ser mucho más que eso.
Todo dependía de que se atreviera a dar el primer paso.
—¿Está bien si lo hago esta noche? —inquirió.
Semi y Tendou exclamaron un suspiro.
—¿No es muy súbito de tu parte? —dijo Semi.
—No quiero que sea muy tarde —reveló.
—No hace falta que lo hagas hoy. No es bueno que te distraigas antes de tu partido —dijo Semi.
—Quiero hacerlo hoy —manifestó.
Ignoraba si era un buen momento. Solo sabía que el tiempo no estaba a su favor. Eso era lo que mantenía en su mente, por lo que no había forma de convencerlo de lo contrario. No le importaba estar siendo irrazonable.
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Shiratorizawa Fanweek 2020
FanfictionPequeñas historias escritas para la Shiratorizawa Fanweek 2020 (del 29 de junio al 5 de julio). Contenido: Día 1: TenSemi Día 2: UshiShira Día 3: TenSemi Día 4: TenSemi Día 5: UshiShira Día 6: UshiShira Día 7: Sorpresa