morning

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Una tenue luz ingresaba por la ventana, la cortina estaba abierta, así que la calidez del sol lograba rozar su piel, tenía su abdomen al descubierto y la sabana cubría la parte inferior de su cuerpo, anoche se había dormido desnudo luego de aquella intensa sesión de sexo con su amado alfa. No tenía ni idea de que hora marcaria ya el reloj, seguro era tarde, pero no le apetecía dejar la cama, el aroma al Jotaro aun rondaba en la cama, en su cuerpo, en sus pensamientos, porque allí solo había espacio para él.

–¿Qué haces oliendo las sabanas como colegiala? –Aquella voz lo saco de sus pensamientos de forma abrupta y lo aterrizó en aquella realidad, el mayor llevaba solo ropa interior e iba descalzo, con una taza de café en cada mano y una sonrisa burlona en sus labios, –De seguro pensando en lo de anoche –Continuo con su burla el alfa.

–No... claro que no, ¿p-por qué estaría pensando en eso? –La verdad era que después de su primer celo, Josuke no hacía más que maquinar alguna oportunidad para terminar follando con su novio. No es que se hubiera vuelto adicto ni mucho menos... solo que Jotaro era el pecado de la lujuria personalizado.

El mayor le hizo entrega de la caza de café, la cual tomo de forma apresurada quemado su lengua, Jotaro gruño en modo de reproche y tras dejar la taza que le correspondía a él sobre el mueble junto a la cama, le quito el que le había dado hace instantes atrás para dejarla allí mismo junto a la otra taza.

–En serio eres un como un mocoso malcriado –Jotaro fue hasta él para sentarse en la cama y tomarlo de las mejillas, obligándole a alzar la vista, –¿Te duele?

–Solo un poco... ya déjame, no soy un niño –Josuke intento zafarse, pero solo provoco ser tomado con más firmeza, detuvo sus acciones y miro al alfa, este tenía una mirada intensa, estaban cerca así que sus respiraciones se unían, la del omega más agitada. –Jotaro... –Gimió bajito, solo eso faltaba para que su omega interior rogara por su alfa, maldición, odiaba ser tan débil ante él.

–¿Qué ocurre? –Preguntó juguetón, orillando a Josuke a hablar, seguía disfrutando de aprovecharse en aquellos momentos de su amado omega.

–Ya sabes... –No alzó la voz, las quejas se terminaron y comenzó a buscar más contacto por parte de Jotaro, ronroneando en sus manos que aún lo sostenían.

–No, no lo sé, dime claramente o no te entenderé –Estaba siendo cruel y era totalmente consiente de eso, pero uno de los placeres más grandes de la vida de Jotaro era escuchar rogar a Josuke y lo lograría.

En el rostro de Josuke se pudo ver una expresión de súplica, sus ojos lagrimosos y un pequeño puchero en sus labios, que inevitablemente fue besado por su alfa.

–Dilo –Demandó, con una voz profunda que hizo temblar al omega, quien inevitablemente comenzó a sentir su cuerpo entrar en calor.

El menor se alzó un poco para llegar hasta una de las orejas foráneas y susurro con una voz suave, casi rozando lo lastimero, –Quiero tenerte dentro de mí –Rogó, las feromonas que comenzó a expeler embriagaron a Jotaro, quien se acercó para besar con suavidad el cuello de Josuke, el cual tenía una que otra marca, auspiciadas por claro.

–Sera un gusto, mi amor –Nuevamente esa voz que hacia estremecer al omega y se lanzó sobre él, dejando totalmente de lado de café que acaba de preparar.

Algo tenían en común y eso era el gusto por el sexo matutino.




(*) Acabó de notar que estuve casi un año sin actualizar, soy la peor, pero todos entenderán que últimamente el mundo anda bien movido y mi inspiración se me escapa. PERO noté que me salen buenas ideas a las 3 o 4 de la mañana, así que cada que tenga insomnio intentaré escribir y para la buena suerte y desarrollo de este fic... tengo insomnio constantemente.

Espero les guste este nuevo capituló, disculpen que no escriba explícitamente el lemon, no me considero muy buena escribiendo en ese ámbito, pero si quieren un capituló exclusiva y explícitamente de lemon díganmelo, siempre leo todos sus comentarios.

love, love, love ; jotajosu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora