Nunca mientas sobre estar enfermo.

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Era lunes por la mañana, la cabeza me daba vueltas y la luz cegadora del sol me deslumbraba atravesando las cortinas...

-mmmh- me queje para mí mismo- estúpido sol inútil

Aguarden... ¿sol? ¿lunes?

-¡PUTA MADRE!- grité y me tape la boca inmediatamente rogando porque Behira no me hubiera escuchado, mire el reloj de pared y... ¡La una de tarde!, ¡maldita sea! El estúpido celular no había sonado, me espabile al instante y busque en el desastre de ropa en el suelo mis pantalones, en el bolsillo estaba mi celular, ¡sin batería!, lo que me faltaba, lo conecte al cargador y espere a que encendiera mientras tendía la cama y recogía mi ropa del piso. El fin de semana fue de muerte, con las novatadas de las facultades celebrándose mi trabajo como bar tender había sido pesado ese fin de semana. el viernes regrese a casa hasta las 7AM y el sábado hasta las 6AM. Había prometido regresar temprano el domingo pero mi jefe me pidió unas cuantas horas extras y Salí hasta las 3 AM y con todo ese cansancio acumulado caí en coma toda la noche y parte del día.

Cuando el celular timbro y vi la pantalla casi me dio un infarto tenia por lo menos 20 mensajes de Behira preguntando si estaba bien y el por qué no había llegado a su clase. Mi cara palideció, no sabía que era peor, haber faltado a clase, haber llegado a las 3AM en domingo o la conversación que habíamos tenido sobre mi responsabilidad de hablar con mi jefe y explicarle que no podía cubrir horas extras los domingos por ser estudiante y que obviamente metí diciendo que sí que la había tenido y que regresaría a casa temprano ese domingo.

El teléfono vibró en mis manos y con un trago amargo conteste.

-Oh... my Little Prince, me tenías muy preocupada- la voz de Mommy sonaba agitada- ¿estás bien? ¿te sientes mal?, trate de regresar a casa después de las clases pero debo pasar al despacho que arquitectos, llegare hasta las nueve ¿estás bien?

-sí- conteste, mi voz sonaba irritada por tanto dormir y ahí fue cuando se me ocurrió una brillante idea- es que desperté con fiebre, creo que me resfrié un poco,

-mi niño- dijo con clara preocupación- descansa, llevare la cena esta noche ¿Qué quieres que te lleve? Te dije que no volvieras tan tarde los domingos... amor tengo que colgar, descansa nos vemos en la noche.

Suspire aliviado cuando colgó, bueno creo que al final del día saldría bien librado de mis pequeñas mentiras, sonreí con malicia, ya mañana me encargaría de las tareas y de todo lo demás, me había ganado este descanso bien merecido y no tendría que hacer la cena, solo fingirme enfermo.

Me bañe y desperdicie el resto del día viendo netflix y jugando en la computadora. El día corrió sorprendentemente rápido ¿no odias eso? Cuando uno tiene cosas importantes que hacer el día se vuelve largo y tedioso pero cuando uno se divierte simplemente los minutos escurren como agua en el grifo. No me di cuenta de la hora, estaba demasiado enfrascado en la partida de LOL como para notar lo que sucedía a mi alrededor y con los audífonos puestos no escuche la puerta abrirse ni los tacones de mi Domina subiendo las escaleras

Mi puerta se abrió y yo pegue un grito del susto que me provocó

-¿Jeremiah?- preguntó desconcertada Behira- ¿No estabas enfermo?

Ella me miró agazapado, luego miro la pantalla de la computadora y su cara se tornó molesta.

-Mommy- dije con voz inocente, mi mejor carta para jugar frente a ella- sí, me sentí mejor hace poco.

-ajá- dijo ella incrédula- bueno si te sentiste mejor espero que hayas estudiado y pedido las tareas de las clases de hoy. Como sea te traje algo de tomar- me extendió una bolsa transparente, que contenía una botella de jugo de manzana, mi favorito por supuesto, unas pastillas para la gripa, un termómetro y unos.... ¡ay dios!

My Little Prince Jeremiah [MD/LB] [FEMDOM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora