The Safrifice

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—¡Corre! ¡Ya casi llegamos!–, el pelinegro exclamó en pánico, incitado a su pareja a cruzar antes que él.

—¡Si, Yo-kun!–, la rubia le respondió exaltada por la situación en la que se encontraba.

—¡No Mires atrás, solo corre!–, Yo respondió, tratando de evitar que Tatami mirara detrás y quedara horrorizada por la escena.

Siguiendo a la joven pareja, había un mar de Zombies que estaba rodeándolos poco a poco. Un simple error sería fatal para ellos. Así que corrieron, corrieron sin mirar atrás, pero desconocían que solo uno de ellos lograría ver la luz de un nuevo día.

*1 hora antes*

—Vamos Tatami-chan, la zona de evacuación está por aquí, debemos apresurarnos o nos dejaran atrás–, el joven alto y de cabello color negro le habló a su pareja. Su nombre era Yo Shindo, estudiante de la academia para héroes Ketsubutsu.

—S-Sí, Yo-kun–, la chica rubia respondió algo nerviosa. Ella era Tatami Nakagame y era la novia de Yo.

Que estuviese algo nerviosa no era raro, después de todo, en esta situación, ¿quién podría mantenerse calmado y sereno?

Incluso ahora cuando habían pasado varias horas desde el inicio del brote, no había señales de que esta pesadilla que parecía salir de algún tipo de película o manga de terror tuviera fin alguno. Claro, por muy explícitos que fuesen ciertos medios de entretenimiento, no podía compararse a ver a una persona que solía ser tu amigo comerle la cara a otro ser humano como si se tratase de un simple pedazo de pizza.

Sí, ahora mismo y en este planeta estaba ocurriendo lo improbable, lo que debería quedarse siendo ficción. Los muertos revivian y lo único que buscaban era matar y consumir humanos sin distinción alguna. Las primeras horas fueron definitivamente las peores. Las personas no sabían que hacer, ni que estaba pasando y las autoridades policiales no tenían ningún protocolo que les indicase como actuar en este tipo de situaciones. Ni siquiera los tan “Poderosos héroes” se veían inmunes ante esta situación, donde una simple mordida o rasguño te convertiría en un caníbal al cual no le importaría deborar a un recién nacido o a su propia familia.

—Vamos, si seguimos por aquí llegaremos a la zona de evacuación de la que hablaban en la radio, trata de hacer el menor ruido posible–, Yo hablaba en un tono bajo, solo audible para su compañera Tatami, la cual era su novia desde ya hace un tiempo.

—V-Vale Y-Yo... Te seguiré...–, la chica se mostraba con mucho miedo, tartamudeando con frecuencia, logrando que pareciera que en cualquier momento rompería en llanto debido a todo el estres y terror que está situación había generado en ella.

Era normal. Incluso se podía decir que era increíble que no perdiese la cordura luego de ver como sus compañeros de clase y profesores se despedazaban entre ellos, ingiriendose a sí mismos en el proceso. Pero incluso ante esta escena, Yo no entro en pánico, se mantuvo sereno y calculador como siempre lo había sido tamando de la mano a lo que más le importaba para tratar de asegurar que sobrevivirán a esta crisis. Si Tatami estaba viva, era gracias a que Yo Shindo, aspirante a héroe la había salvado y la protegía con su vida. Tatami no era ninguna “débil” ni nada por el estilo, pero el estrés y el terror generados por esta situación la habían empujado hasta un límite donde su mente se mantenía observando cualquier movimiento brusco, logrando que ella se espantara por la mínima cosa.

Minutos después, mientras la pareja caminaba, Yo paro en seco y Tatami choco con su espalda.

—Auch... ¿Qué suced...–, Tatami se quejo por el golpe y estuvo a punto de preguntarle a Yo el porque de haberse detenido de la nada. Pero su respuesta se hallaría justo en frente.

Boku no Hero Academia: The Sacrifice (One-Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora