Entre tu y yo (Juliantina)

CAPÍTULO IV

. Valentina:

Llegamos al hospital,a lo lejos pude distinguir la silueta de mi hermano Guille hablando por el celular y junto a el estaba sentada mi hermana Eva. Renata me cogía del brazo,mis piernas se paralizaron,era incapaz de avanzar hacia delante,me guiaba ella prácticamente.

-Valentina...-me dijo Eva cuando me vio.

Se me tiro a los brazos,tenía los ojos rojos de estar llorando, me lance sobre ella incapaz de aguantar mis lágrimas otra vez.

-Eva dime que paso por favor,necesito saberlo.

Eva era incapaz de hablar, le temblaba demasiado la voz, su rostro estaba completamente pálido, Guille se acerco con nosotras cuando dejo de hablar por el celular.

-Valentina anoche papa salió a dar su paseo, un coche lo atropello y lo dejo tirado en la carretera, los responsables se dieron a la fuga, nos aviso la policía de que unas personas que pasaban por allí lo vieron tirado en el suelo, cuando llego la ambulancia papa ya había muerto.

-¿Como puede haber gente así de desgraciada en el mundo,que era una basura acaso?- En estos momentos sentía muchísima rabia, impotencia...

-Esto no va a quedar así, te juro que si pillan a la persona que le hizo esto a papa lo pagara- dijo Eva toda enojada.

-Bueno será mejor que nos vayamos y descansemos, todo esto es muy duro y tenemos que estar preparados para su entierro- comento Guille.

Nos fuimos los cuatro a casa, yo no volví a mi departamento, no estaba en condiciones de quedarme sola así que me fui con mis hermanos y Renata.

Una vez en casa Eva me dijo que había avisado a Sergio pero que lo sentía y que no estaba en la ciudad, me pareció un poco extraño porque no me comentó nada pero bueno ahora mismo eso es lo que menos me importaba, necesitaba un abrazo sincero, de amor y últimamente con el ni lo sentía ni tenía así que ya llamara cuando quiera.

Una vez dentro dentro de mi recamara, me quite la ropa y me acomode el pijama, le dije a Eva que se acostara conmigo, era incapaz de estar sola esta noche.

Al día siguiente me desperté con mucho dolor de cabeza, me pase prácticamente todo el día durmiendo, recuerdo que Eva me dio unas pastillas para ayudarme a relajarme. Me levante de la cama y fui a darme una ducha, hoy iba a ser una mañana muy larga, el entierro de mi papa, volver a pasar por esto otra vez no es nada fácil ni para mi ni para cualquier persona que ame a sus padres.

Una vez en el cementerio la gente se nos acercaba a darnos el pésame, había muchísima gente, junto a mi estaba Lauren, ella siempre ha sido mi mejor amiga desde que eramos pequeñitas, es como si segunda hermana.

Me acerque al ataúd de mi papa, por un momento pasaron por mi mente recuerdos, imágenes de cuando era pequeñita y jugaba con él o como me contaba un cuento por las noches junto a mi mama para poder dormir.

-Venga Valentina ven- me dijo Lau abrazándome- cariño, tranquila, vamónos que te vas a desmayar en cualquier momento, es mejor que salgamos fuera para que te de un poco el aire.

Nos fuimos fuera, la luz del sol me molestaba en los ojos, los tenía frágiles de tanto llorar. Íbamos camino hacia el coche en silencio pero una persona me llamo la atención, una chica estaba parada cerca de la puerta del cementerio, tenía la cabeza agachada y se le notaba nerviosa. Pude distinguir a lo lejos como movía sus manos, no pude diferenciar su cara, estaba con lentes de sol y un suéter con capucha. Cuando estábamos cerca la chica levanto la cabeza y se me quedo observando durante varios segundos, no podía separar mi mirada de ella, sus manos se movían cada vez mas rápido. La chica misteriosa volvió a bajar la mirada y salió corriendo rápidamente.

¿ Quien es esa chica ?