Sasha, Iván y Helena , tres jóvenes chicos rusos acostumbrados a una vida activa en el centro de la ciudad eligen tomarse un tiempo, dejar de navegar en el estudio y así vagar por un viejo pueblo a las afueras de la ciudad sin ser conscientes que la...
Sea quien sea esa persona, entró con una vieja linterna y arrastrando algo pesado, o eso pudieron intuir por el sonido. Iván ,que se encontraba inmóvil bajo la cama, trató de ver que traía esa persona, parecía ser un saco o una bolsa grande, era difícil distinguir desde ese lugar y aún más teniendo tantas telarañas a centímetros de su rostro.
Esta persona dejó caer la bolsa de manera desinteresada, provocando que se viera parte de su contenido el cual era iluminado por la suave luz de la vela. Alguien se encontraba dentro,una chica que mantenía su rostro más pálido de lo normal, con notables golpes en el rostro y sus ojos abiertos de par en par.
La respiración de Iván se agitó pero él cubrió su boca para evitar dar algún sonido que le sirviera como alarma a la extraña persona. La vista del chico no se separaba de aquel cuerpo,trataba de recordar cada facción para luego avisar a la policía cuando saliera de ese sombrío lugar.
Los segundos parecían eternos, más aún cuando la persona se recostó en la cama. Iván casi gritó aterrorizado cuando ,lo que creía era un cadáver, giró los ojos con lentitud hacia él y le sonriera mientras pequeñas gotas de sangre corrían por su nariz.
El chico trató de moverse hacia atrás de forma pausada logrando así esconderse mejor, la situación era aterradora y él se encontraba solo, sin posibilidad de pedirle ayuda a sus amigas, sin salida alguna.
La mujer dejó de sonreír y su rostro quedó inerte. Pasada ya una media hora donde la oscuridad ya estaba presente y la habitación casi se encontraba en penumbras, la persona sobre la cama se levantó y se acercó a la mujer agachándose a su lado.
Iván se mantenía alerta a pesar de que era consciente que sus piernas estaban dormidas por la quietud de su cuerpo. Sabría que si la persona lo veía él estaría en grandes problemas.
El chico notó que la persona responsable del cadáver era un hombre. Dicho hombre comenzó a cubrir el cuerpo de la mujer, se levantó y pareció que se la iba a llevar a rastras de nuevo, pero algo lo detuvo.
La respiración agitada de una de las chicas llamó la atención del hombre por lo que este se dirigió al armario donde ellas se encontraban.
Iván no lo pensó y se arrastró con los codos aprovechando que él estaba de espalda, lo tomó de los pies y jaló con tanta fuerza que el hombre cayó de cara al suelo.
Era notable la ventaja que el hombre mantenía, pero eso no impidió que Iván tratase de golpearle. Se subió a la espalda del hombre para inmovilizarlo y le sostuvo los brazos para que evitase defenderse.
Hombre:¡Suéltame! -su voz sonaba ronca, incluso más de lo que Iván haya oído antes en cualquier otra persona.
Entre insultos y movimientos bruscos se trató de liberar, estos sonidos alteraron a las chicas que estaban a segundos de salir de su escondite y ayudar a su amigo.
Iván golpeó al hombre y como reacción obtuvo un gemido ahogado. Un momento después la persona debajo de él comenzó a girar su rostro con lentitud tratando de verle. Estuvo a nada de golpearle por segunda vez, pero la adrenalina de su cuerpo se apagó cuando alguien golpeó su nuca con la fuerza suficiente para dejarlo inconsciente.
Un minuto, dos, incluso tres minutos pasaron de silencio absoluto, y las chicas salieron con cautela. Su sorpresa era grande al notar el cuerpo de una mujer en el suelo, rodeada de un charco de sangre.
Helena:¿Iván? -susurró entre un tartamudeo cuando comenzó a buscar por debajo de la cama y en toda la habitación, pero no había nadie.
Sasha tomó la linterna vieja que se encontraban colgando de un clavo y la acercó a la mujer en el suelo para luego colocar sus dedos en el cuello de esta tratando de tomarle el pulso.
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Sasha:-se estremeció no sólo por no sentir el pulso, sinó por lo frío que se encontraba es cuerpo- mierda...tenemos que encontrar a Iván y salir de aquí ,ahora.
