Las hojas a su alrededor comenzaron a crujir, como si alguien o algo estuviese dando vueltas en su entorno.
Helena:No te muevas -dijo en un susurro casi inaudible.
Iván:Que graciosa -le respondió de igual manera mientras pasaba su visita de un lugar a otro.
De pronto frente a ellos apareció un pequeño niño con sus ropas manchadas de barro y sosteniendo un viejo peluche, parecía perdido y les observaba con una mirada vacía.
Iván:Niño, ¿necesitas ayu— -la chica le pellizco el hombro y él se quejó para luego murmurarle con el ceño fruncido- ¿qué?
Helena:Ni se te ocurra querer ayudarlo, tenemos que irnos -sin separar la vista del pequeño, comenzó a dar pasos hacia atrás, pero su amigo no se movió.
Iván:¿¡De que hablas!? ¡Es un niño, debemos ayudarlo! -él le miró mal y al sentir un sollozo pasó con lentitud su mirada desde la joven hacia el muchacho.
Los hombros del pequeño comenzaron a temblar y al mismo tiempo que sus ojos se cerraron, un llanto estridente salió de sus labios.
Trataron de cubrirse las orejas para minimizar el fuerte sonido, pero no sirvió de nada, el chillido era tan severo que parecía provenir desde dentro de sus propias mentes. Creían que enloquecerían si no se detenía, hasta que de un momento a otro el grito se disipó.
Ellos se miraron con miedo para luego separar sus manos de sus cabezas, el niño había desaparecido y la única prueba de su manifestación era una pequeña muñeca descosida.
Iván:L-Lena...-la chica parecía no oírle así que le pasó su mano por en frente del rostro y esta le miró rápidamente-...Helena, tu oído...-él chico le habló un poco más alto.
Helena:¿Qué dices? -La joven no lograba entender el susurro por el cual creía que su amigo hablaba.
Iván:Tus tímpanos se dañaron, estás sangrando...-preocupado él retiró con la manga de su chaqueta el hilo de sangre que corría por el cuello de la chica.
Helena:¿qué haces? -algo desconcertada pasó sus dedos por su otro oído y terminó por comprender la situación- esto no está pasando...-mordió su propio labio tratando de no llorar gracias a la importancia que sentía y comenzó a caminar una vez más ayudando a su amigo.
Agachándose un poco, sostuvo el peluche y lo observó,parecía bastante viejo pero lo que más le llamó la atención era que, en lugar de tener ojos,mantenía unos botones y parecía cocido con una especie de alambre, sin contar que era espeluznante.
Iván:¿qué harás con eso? -habló lo bastante alto como para que la chica le oyera.
Helena:-guardó un momento de silencio y miró detenidamente el objeto acercándolo a la lámpara- si lo dejó es por algo.
Iván:Sean quienes sean estas personas está claro que no nos quieren aquí, no creo que se lo puedas devolver de manera amigable.
Helena:-la chica giró su cabeza hacia él y le sonrió con malicia- ¿en qué momento mencioné amabilidad?
Iván entrecerró sus ojos tratando de adivinar qué es lo que ella haría, pero no recibió respuesta alguna, en cambio guardó el objeto, sostuvo la lámpara y ayudándolo a caminar siguieron el recorrido hacia la vieja mansión, ahora con un plan en la mente de aquella chica.
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Sᴇᴘᴇʟɪᴏ Fɪɴᴀʟ
FantastiqueSasha, Iván y Helena , tres jóvenes chicos rusos acostumbrados a una vida activa en el centro de la ciudad eligen tomarse un tiempo, dejar de navegar en el estudio y así vagar por un viejo pueblo a las afueras de la ciudad sin ser conscientes que la...