Capítulo VIII

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Al sentir la mirada de esa persona, abrió la puerta rápidamente y comenzó a correr por los alrededores del bosque siguiendo las marcas de sangre sobre el lodoso terreno.

La adrenalina y el instinto de supervivencia la obligaba a acelerar el paso mirando de vez en cuando hacia atrás, vigilando si alguien le seguía.
Trató de esquivar todos los árboles, ramas y rocas, pero las raíces que sobresalían del húmedo suelo eran traicioneras en esa noche, provocando que cayera de rodillas y soltara por impulso la lámpara.

Helena:Mierda -con su respiración agitada y maldiciendo por dentro, se estiró sosteniendo el objeto a la vez que iluminaba su alrededor.

Sus rodillas se habían dañado un poco por la brusca caída, pero es no impidió que se pusiera de pie con ligereza y continuara su camino. Su desliz tuvo la consecuencia de mezclar las manchas de sangre con el fango, logrando que el rastro se disipara y perdiera el camino indicado.

Al caer en cuenta de esta realidad, la adrenalina en su cuerpo y mente se disipó dejando que el frío, dolor y miedo se adueñaran de ella.

Caminó por un rato más pero todos los caminos parecían ser iguales, como si no fuese capaz de encontrar una salida clave.

La incertidumbre de encontrar a su amigo en este sitio era enorme, tratando de no perder la esperanza siguió su camino hasta que se detuvo en seco cuando oyó una especie de gruñido

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La incertidumbre de encontrar a su amigo en este sitio era enorme, tratando de no perder la esperanza siguió su camino hasta que se detuvo en seco cuando oyó una especie de gruñido.
La tensión aumentó cuando se dió cuanta que ese sonido provenía del otro lado de un descuidado y denso arbusto.

Con cuidado ella se acercó percatándose que ese gruñido parecía cambiar más a un gemido de dolor. Dejando la lámpara en el suelo y de forma rápida apartó las ramas pudiendo ver con dificultad un cuerpo.

Dió un paso hacia atrás y tomando la linterna iluminó a aquella persona.

Helena:¡Iván! -dejándose llevar por la felicidad y tranquila de encontrar a su amigo, cruzó el arbusto y se arrodilló de cuclillas ante él- ¡Vamos, despierta, tonto, tenemos que salir de aquí! -le zarandeó un poco más mientras que él se quejaba.

Iván:Y-Ya, detente , necesitan más que esto para matarme -con una voz gastada, él elevó la comisura de sus labios formando una sonrisa tratando de camuflar el dolor que sentía.

Helena: -le devolvió el gesto y le ayudó a ponerse de pié,pasando uno de los brazos del chico por su cuello para luego comenzar a caminar con la lámpara en mano- si te vuelves a separar prometo que seré yo quien te golpee.

Iván:Tengo claro que lo harás -rió con las pocas fuerzas que le quedaban y se sostuvo el abdomen- a-agh...

Helena:¿quieres tomarte un momento? -preocupada observó la mancha de sangre que brotaba con lentitud desde aquel lugar.

Iván:No, estoy bien, salgamos de aquí -dijo respirando con dificultad- espera...¿Y Sasha?

Helena:-la chica endureció la mirada y se mantuvo en silencio por unos segundos- dentro...ella está dentro de ese maldito lugar.

Iván:¿Pero cómo? -él la observó incrédulo pero ella solo negó.

Helena:No lo se, no se que sucede aquí, solo trataremos de encontrarla y volver a casa lo antes posib- -sus palabras fueron interrumpidas por un sonido que les heló la sangre.

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Sᴇᴘᴇʟɪᴏ FɪɴᴀʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora