Capítulo 2: Summer romance

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Jung Kook empieza a revolverse en la cama, se siente un poco desorientado, entonces abre los ojos de golpe recordando lo sucedido anoche, mira, y tiene a Ho Seok al lado, aún duerme. Jung Kook cree estar al borde del colapso, no ha sido un sueño, ha sido real, sigue siendo real. ¿Qué se supone que tiene que hacer ahora? Se limita a quedarse tumbado junto a él. Parece que se está quedando dormido de nuevo cuando Ho Seok empieza a moverse.

—Buenos días, —susurra Jung Kook.

—Buenos días, —le corresponde con una sonrisa—, no me imaginaba yo despertar hoy aquí.

—¿Tenías un sitio mejor donde hacerlo? —le tienta Jung Kook.

—Lo dudo, —responde con una carcajada—. ¿Qué hora es?

—No lo sé, no tengo el móvil a mano, —responde Jung Kook preocupado porque el chico quiera irse ya.

—Es que tengo que trabajar, —dice mirando a su alrededor buscando su móvil o sus pantalones para ver si está el móvil en ellos.

Ho Seok se incorpora y Jung Kook también, el mayor deja un beso en el hombro del chico antes de salir de la cama. A Jung Kook se le pone la cabeza como una bombilla al verle desnudo. Ve como se pone la ropa interior y después coge sus pantalones, saca el móvil y mira la hora, no debe ser muy tarde, porque parece darle igual, con el móvil en la mano, vuelve a la cama.

—Puedo quedarme un rato más, —dice Ho Seok sentándose en la cama para después recostarse sobre la pared, Jung Kook se abraza a su abdomen.

—No me creo que esté pasando esto, —dice apretando el abrazo.

—Ya, —se carcajea Ho Seok acariciando su pelo—, a mí también me cuesta creérmelo.

—Me he arrepentido desde que te fuiste haberte negado que nos diéramos los números de teléfono, —explica mientras se maldice para sus adentros.

—Tú lo dijiste, si el destino quería que nos encontráramos de nuevo, lo haríamos, —continúa haciendo que Jung Kook le mire a los ojos—, y aquí estamos.

—Eso no quita que yo me sienta payaso perdido, —objeta Jung Kook.

—Tú piensa, que de haber sido de otra manera... —se queda pensativo Ho Seok—, quizás esto no habría pasado.

—No sé... —la cabeza de Jung Kook está hecha un lío.

—Anoche cuando te vi creía que me había vuelto loco, —sigue riéndose.

—Hablas con el que escupió media cerveza, —se ríen los dos.

—Debería irme dentro de poco, —se lamenta Ho Seok—, la idea no me hace especial ilusión, pero no me queda de otra.

—¿En qué trabajas? —pregunta Jung Kook curioso.

—Crees... que si no te lo digo... ¿algún día aparezcas por la puerta? —se plantea Ho Seok, Jung Kook le mira con el ceño fruncido—. Me parece bonito imaginarlo.

—¿Eso es que no me lo vas a decir? —pregunta el pequeño un poco decepcionado.

—Dejemos que el tiempo decida si quiere que te enteres, —Jung Kook le fulmina con la mirada cuando dice eso—. ¿Puedo darte un beso?

—¿Es necesario seguir pidiendo permiso? —pregunta Jung Kook a lo que no recibe respuesta.

Ho Seok une sus labios a los de él, vuelven a saborear los labios ajenos que, llevan desde que se han despertado, queriéndose comer los del otro, continúan con eso hasta que llega la hora en la que el mayor se tiene que ir.

✨SOULMATES✨ -HOPEKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora