✨SOULMATES✨ -HOPEKOOK-

Capítulo 3: Soulmate

Jung Kook lleva unos días que está de bajón, ya van camino de tres semanas sin ver a Ho Seok. Tae Hyung no hace más que reprocharle por no pedirle el número para después consolarle diciendo que tarde o temprano tiene que aparecer. Ji Min intenta distraerle todo lo que puede. Yu Gyeom le da el silencio que necesita por las noches antes de dormir y, los días que necesita hablar, la conversación que tanta falta le hace. Jackson y Bam Bam se mantienen un poco más al margen, pero Jackson le ha prometido que, si pasa un mes y aún no ha aparecido, que él mismo monta una fiesta a la que vaya toda la universidad.

Han terminado las clases por hoy, pero Jung Kook no tiene ganas de ir a la residencia, hace muy buen día y le apetece quedarse por el campus, al llevar unos días más deprimido, sus amigos se dejan llevar por él, llegan a la parte de atrás del edificio, se sientan cerca de la escalera de incendio.

—Hace frío, pero en el Sol se está muy bien, —comenta Ji Min.

—Aquí que no corre el aire se está genial, —afirma Tae Hyung.

—Si tenéis frío y os queréis ir, no tenéis por qué quedaros aquí, —dice Jung Kook mirando a sus amigos.

—¿Por qué íbamos a mentir? —pregunta Tae Hyung—, además que, si tengo frío cojo, me hago sándwich contigo y Ji Min y listo. —Los demás se ríen.

—Podríamos hacer algo este fin de semana, —comenta Yu Gyeom.

—¿Como qué? —pregunta Ji Min.

—No sé, salir de tranquis a tomar algo, merendar, no sé, lo que sea, —propone el chico.

—No me parece mal, —acepta Jackson—, estará bien cambiar de aires.

—Ya veremos, —se limita a decir Jung Kook.

—¿Piensas quedarte de por vida aquí o qué? —pregunta Tae Hyung.

—Estoy donde siento que tengo que estar, —responde en su defensa.

—Bueno, dejadle, es libre de hacer lo que quiera, —dice Bam Bam, Jung Kook le regala una pequeña sonrisa.

—Jamás pensé que el comienzo de la uni se fuese a dar así, —comenta Ji Min.

—¿A dar cómo? —pregunta Jung Kook mientras juega con una pulsera de cuentas de colores que lleva puesta.

—Contigo en modo... —Ji Min no sabe ni cómo definirlo.

—Estoy bien, —asegura Jung Kook.

—No lo estás, —contradice Tae Hyung—, te pasas el día medio ido, —Jung Kook rueda los ojos.

—Bueno, no te voy a negar que podría estar mejor, per-

No puede terminar de hablar pues empieza a sonar una canción, una canción muy conocida para él.

—¿Escucháis eso? —pregunta Jung Kook poniéndose de rodillas.

—Sí, aún no te has vuelto loco, tranquilo, —le dice Ji Min.

Jung Kook se empieza a poner nervioso, se levanta y empieza a mirar a su alrededor.

—¿Estamos seguros de que aún no se ha vuelto loco? —pregunta Jackson.

—Jung Kook, ¿qué pasa? —pregunta Tae Hyung, pero sólo recibe un gesto para que guarde silencio.

Ignorando a sus amigos, va en busca de la canción, no puede andar muy lejos, intenta seguirla, no se da cuenta de lo rápido que empieza a latirle el corazón, cada vez la escucha más alto, se va acercando a las escaleras de incendio y cree empezar a escuchar una voz, pero no puede ser; una risa, es imposible. Se acerca a la escalera despacio, puede ver a tres figuras entre los barrotes, pero no distingue a nadie pues tienen puestas las capuchas de los abrigos, aquí hace un poco de aire y están a la sombra. Dudoso, se acerca y se asoma a las escaleras, los dos chicos y la chica se giran a mirarle, su corazón se para.