Era el día.
Kihyun madrugó más que de costumbre, el sol ni siquiera se había levantado, sin embargo aún a ciegas caminó entre su pequeña habitación con cuidado de no tropezarse con nada, aún le dolía de solo recordar ese golpe en el dedo meñique contra la madera de la cama que se dió.
Con cuidado se acercó hasta lo que era una mesa, ahí reposaba su preciado violín ,a lado también estaban las partituras, aunque estás últimas no las necesitaba ya que se sabía las notas de memoria.
Suspiró un poco nervioso, hoy sería su primera presentación en la que tocaría con más personas, esperaba no arruinarlo. También estaba ansioso por escuchar la nueva sonata que Hyunwoo le revelaría para su solo.
Hyunwoo.
Su cabeza giró para ver a las dos personas que aún dormían en la cama, era un misterio averiguar cómo cabían los tres en ese espacio tan pequeño y más aún con el gran tamaño de Hyunwoo y el revoltoso de Minhyuk que siempre se estiraba en forma de estrella al dormir.
Sonrió porque aún en la oscuridad podía ver al pequeño rubio con la boca abierta y con los puñitos apretados, y sin poder evitarlo su vista también viajó hasta Hyunwoo quien parecía percatarse de su ausencia ya que con su mano tocaba el lado vacío donde él solía dormir.
El corazón de Kihyun latió fuerte ante el acto. Pensó que su enamoramiento sin sentido había acabado pero al parecer solo estaba muy escondido y ahora relucía por tan solo una acción, una que era inconsciente.
¿Hyunwoo se percata de mi presencia?
Definitivamente Kihyun era un tonto, él solo estaba alimentando sus esperanzas.
Negando con la cabeza y repitiéndose que deje de pensar en eso, caminó con cuidado hasta el armario y sacó su uniforme, aquel que lo aburría cada día más, volvió a darle un ojeada y sí, definitivamente lo odiaba.
-" Sabía que no te gusta." - Se sobresaltó al sentir la voz grave y cálida de Hyunwoo en su oído y sin poder evitarlo todo su cuerpo vibró.
Por supuesto que no lo hace, preferiría mil veces usar el traje negro con bordado de llamas que el mayor hizo para él, lo que tenía en sus manos no le llegaba ni a los talones , pero no se lo diría. Eso solo haría que la arrogancia de Hyunwoo se elevara aún más.
Error.
Solo se dio cuenta de que se equivocó cuando sintió su espalda estamparse contra el armario y vio muy de cerca el rostro del moreno con una ceja levantada, demonios, él podía leer su mente.
- "Admite que mi traje es mucho mejor. " - ¿Para qué? Si ya leíste mi mente , Kihyun rodó los ojos ante lo obvio ¿qué más quería?
-"Quiero oírte diciéndolo." - Las palabras se oyeron más grave de lo normal y otro escalofrío recorrió el cuerpo del más pequeño, ahora sentía que sus mejillas estaban del mismo color que sus cabellos. - "Vamos dilo. " - Y ahí estaba otra vez esa odiosa sonrisa que tanto le gustaba a Kihyun, quizá sus mejillas estaban peor, quizá ahora estaban tan rojas como la misma sangre.
- "Tú ... tú definitivamente... eres ... el mejor. " - ¿Por Qué demonios estaba tartamudeando?
- "¿Conforme? ahora déjame salir. " - Antes de que decida quedarme entre tus brazos, que más que una prisión parecen un refugio, pero no iba a decir eso en voz alta , no le gustaba la sensación de felicidad que estaba experimentando ahora mismo, solo alimentaban sus esperanzas.
Kihyun suspiró cansado y trató de empujar a Hyunwoo, sus manos en el brazo del mayor queriendo retirarlo, pero no se movió. - "No estoy conforme aún, humano. " - y entonces el mayor tomó sus manos y las puso sobre su cabeza, empotró su cuerpo en el armario y con la otra mano le levantó el mentón, por inercia Kihyun cerró los ojos. Hyunwoo sonrió.