- "¿Qué?" - Hyungwon quería preguntar el porqué del abrazo, pero sentía que su voz no saldría, su garganta estaba atorada en un nudo que pronto comenzó a desvanecerse poco a poco por las suaves caricias que el pelirrojo le daba en la espalda , no conocía de nada al pequeño músico , solo lo que su hermano le había contado sobre él.
Entonces ¿por qué? ¿por qué lo consolaba? Era un humano, se supone que ellos eran malos, él era testigo del odio desmedido que le tenían a Hyunwoo, y también cómo lo traicionaron. Él sabía que aquella creación de Dios era a su imagen y semejanza, y a Hyungwon no le agradaba Dios. Por eso consideraba a tal creación imperfecta , un ser superficial y narcisista, que siempre quiere ser el centro de todo.
El ser omnipotente que castigó a su madre injustamente por negarse a unirse con ese hombre, Adán, los aborrecía, a cada maldito humano. Pero más que todo les temía, la humanidad podía ser capaz de hacer cualquier cosa por obtener lo que querían y él era muy consciente de eso.
" Hubo una vez en la que siglos atrás intentó vivir como su hermano, quería codearse con la gente y saber todo ellos,Lucifer le contaba maravillas sobre las cosas que esas personas hacían y él quería verlas con sus propios ojos. Así, decidió ir ante el rey de los infiernos para pedir el permiso de salir ya que a diferencia de su hermano , que no tenía ninguna relación con Lucifer , Hyungwon lo apreciaba y decidió acompañarlo toda la eternidad en el infierno.
Aún si no tenía ninguna obligación de hacerlo.
Hyunwoo entonces lo convirtió en su mano derecha, el segundo demonio con el poder de gobernar los abismos. Fue difícil convencer al testarudo rey demonio, pero terminó aceptando con una única condición. Ve , observa,haz lo que quieras, diviértete, pero nunca, nunca te enamores, los humanos no saben hacerlo. Hyungwon aceptó feliz, después de todo él solo quería observar, no era bueno hablando con las personas por su falta de autoestima, la cual fue causada por los demonios del infierno que lo molestaban por su apariencia angelical .
Y aunque Changkyun y Hyunwoo siempre le repetían que eso no tenía nada que ver, él solo pensaba que ellos lo decían porque no sabían cómo se sentía, después de todo el aborrecía a Dios, y ser llamado un ángel, era una blasfemia para él. Hyungwon no quería ser llamado un sirviente fiel de Dios. Decidido a que solo bagaría en las sombras recorriendo el mundo, abandonó el infierno.
Sus ojos se abrían iluminados por todo lo que veía, pirámides enormes y ciudades hechas hermosamente de piedras, figuras hechas en arena demasiado grandes y extrañas que solo podían verse si volaba lo suficiente, era extraordinario como personas tan imperfectas podían hacer cosas perfectas. Ni un delgado hilo de paja entraba en aquella hermosa construcción, las piedras talladas perfectamente, y las figuras se veían como si hubieran sido dibujadas por gigantes, y él sabía que los humanos de esta época era más bajos que él.
Como le dijo Hyunwoo nunca se acercó a un humano, no al menos en los 53 años que había bagado en la tierra. No hasta que la vió a ella. Ese día había estado en un río, la gente local lo llamaba Nilo. Le gustaba porque solo la realeza podía bañarse ahí y nadie podría interrumpirlo. O eso creyó , hasta que se sintió observado, con total enfado por la falta de respeto , se apresuró a terminar y se cambió rápidamente con esos extraños vestidos , pero hermosos en sí , que usaban los de esa localidad.
Sus pasos pisaban fuertemente la hierba por la que pasaba, dispuesto a irse, no había tenido contacto con un humano y no lo iba a tener entonces. Hasta que oyó un sollozo, y sin poder evitarlo vio en dirección en la que lo escuchó, era una mujer. Tenía sus vestidos casi rasgados y el maquillaje negro corría por sus ojos, su piel morena temblaba en espasmos, aún así a Hyungwon le pareció lo más hermoso que vio en su vida, y sin poder retenerlo se acercó a la joven.