Cosas que odio de ti

Día de campo.

Este fue uno de esos días que nunca podrás olvidar. 

No importa cuanto tiempo pase siempre quedara contigo. 

Uno de los mejores días de mi vida fue el que pase junto a ti. 

Un domingo por la mañana llegaste con una canasta y me dijiste que me preparara. 

Tenías una sorpresa. 

Pedí permiso a mi madre y luego de cambiarme de ropa me fui contigo.

Cuando llegamos al lugar donde estaba la sorpresa me quede sorprendida por la belleza del lugar. 

Nos encontrábamos en una estancia, al parecer. 

Había un hermoso río al frente nuestro.

Y a nuestro alrededor se encontraban diferentes flores de todos los colores. 

Había un banco de madera justo al frente del río y agarrando mi mano me dirigiste hacia allí. 

Nos sentamos, sacaste un mantel y lo pusiste al costado del banco, en el césped. 

Luego empezaste a poner la comida que se encontraba en la canasta. 

Cuando todo estaba ordenado nos sentamos ambos en el mantel y empezamos a comer mientras hablábamos. 

Nunca tuvimos charlas tan extensas pero este día era distinto. 

Estaba cómoda junto a ti y podía hablar con tranquilidad. 

No me sentía presionada a seguir un juego. 

Ni tampoco ser la chica perfecta para ti. 

Era yo misma. 

Y tu eras tu. 

Eramos nosotros. 

Y por muy loco que suene esto, tiene sentido para mi.