¡Te Odio Viejo!

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—¡Te Odio Viejo!

Katsuki Bakugo salió de casa, maldiciendo a toda voz, debía irse a trabajar si quería ganarse el sueldo con el que mantenía la alimentación, vestuario y estudios del cachorro idiota que tenía por hijo.

Era sábado, sabía que la mayoría de padres jugaban con sus hijos ese día, pero el tenía que tomar turnos extras debido a la enorme deuda que tenía por haber hipotecado su casa hace 5 años. Apretó su corbata y subió a su auto, dio un último vistazo a la ventana donde su hijo lo veía molesto, no le quedó más que tragar el nudo en su garganta, su hijo era la viva imagen de su amado Deku, sus cabellos eran rubios, pero esponjosos como aquellos cabellos verdes que amaba, esos ojos que lo veían molesto, eran del mismo color que los que hace años dejaron de verlo con amor. Incluso las pecas en su mejilla, eran el recordatorio del omega que fue el amor de su vida.

Apretó los puños impotente, sabía que Hikaru tenía razón de estar molesto, pero aún no era el momento de contarle el porqué de sus muchas deudas, razón por la que trabajaba tanto.

Resignado encendió el motor de su auto para marcharse.

Katsuki Bakugo es un oficial, un policía que con su trabajo busca hacer de la ciudad un lugar más seguro para su cachorro, aunque su pequeño de 7 años de edad, aún no lo comprendiera.

Hikaru suspiró rendido al ver el automóvil de su padre alejarse hasta la esquina donde viró a al derecha perdiéndose de su campo de visión, aún en pijama se dirigió a la cocina para desayunar, su padre solía dejarle una ración de panqueques calientes en el horno y su vaso de leche, despacio sacó el plato con su desayuno, tembloroso lo llevó a su mesa y se sentó a comer.

Aunque la televisión estuviera encendida y con el volumen alto, siempre le parecía un lugar muy solitario ¿Cómo era posible que su padre lo dejara solo? ¿Acaso no soy importante para él? ¿Por qué siempre está trabajando?

Apretó fuerte su tenedor, antes de seguir comiendo, al menos su comida era deliciosa, aunque lo sería más si pudieran comer juntos. Rendido se dejó absorber por su programa favorito que pasaban cada mañana de sábado, Super Hero ¡Plus Ultra!, donde veía a personajes que trabajaban de super héroes, salvando a las personas con una enorme sonrisa.

Pronto el sonido de unas llaves abriendo la puerta le hicieron perder el apetito, su tonta niñera había llegado, la detestaba, no es que la castaña fuera mala, pero sabía que lo llegaba a cuidar solo porque quería ser la nueva novia de su papá. Y obviamente él no quería que su padre anduviera con otra omega, él ya tenía uno... o tuvo. Eso último lo hizo entristecer, pero al ver la cara de su niñera de cerca lo hizo gruñir.

-Buenos días Hikaru-Kun, ¿qué tal amaneciste?

-Muy bien hasta que apareciste Urraka-San- vociferó molesto. La omega castaña suspiró, vaya que el cachorro de su crush era todo un cascarrabias, y para su desventaja un pequeño alfa territorial que guardaba con recelo el lugar que su difunta madre.

-No deberías hablarme así pequeño, sabes pronto seré tu nueva mamá- la expresión de superioridad en su cara redonda le causó al pequeño ganas de devolver su desayuno por lo que decidió devolverle la ponzoña, podía ser pequeño pero sabía defenderse.

-Sí claro, dilo después de limpiar la casa y lavar los trastes de mi desayuno, adiós tonta- bajó de la mesa para ir a la sala a seguir viendo su programa. 

La castaña se mordió la lengua para no maltratar al pequeño, después de todo si quería ganarse a ese alfa debía hacer su trabajo. 

Esa rutina tenía cansado al pequeño, quien hace semanas tenía la idea de escapar, correr lejos de esa omega resbalosa y de su viejo, estaba cansado de no ser importante para él. Estaba decidido, iría a la casa del árbol del parque comunitario, el que quedaba a varias cuadras de su casa, en su infantil pensamiento ese le parecía un lugar increíble para vivir, habían juegos cerca y todos sus amigos de la escuela llegaban con sus padres a ese lugar por las tardes, así podría jugar con ellos.

El diario de Mamá [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora