Promesas

31.9K 4K 3.8K
                                    

-¡Hikaru! mi campeón, nos asustaste mucho- Kirishima abrazaba al cachorro, al que quería como si fuera hermanito de su Daisuki, quien estaría castigado todo un mes, ya que al entrar a revisar la casa del árbol, efectivamente encontraron las dos cobijas que hacían falta en casa. Denki también estaría castigado, sin nada de dulces para los dos.

-Lo siento tío Kiri- era la milésima disculpa de esa noche, Hikaru ya no podía llorar más de lo que lo había hecho durante toda la tarde.

Denki se acercó a acariciar su esponjoso cabello rubio.

-Tranquilo mi amor, lo importante es que estés a salvo, y que no lo vuelvas a hacer ¿Sí?- el cachorro asintió con su cabeza antes de abrazar al omega rubio que feliz lo envolvió en sus brazos, él era al único omega que le permitía acariciarle la espalda como lo hacía su madre. Las feromonas maternales de Denki ayudaron a calmarlo.

Katsuki terminaba de despedir a Inasa y Todoroki, agradeciéndoles por su ayuda, igual a Sero. Sabía que su amigo había dejado a Mina en casa, quien estaba embarazada de su segundo bebé; también que los Yoarashi-Todoroki, habían dejado a Kiseki (el crush de su hijo) con su abuelo materno, sabía lo mucho que Shoto odiaba hablarle al viejo gruñón de su padre. 

Finalmente entró de nuevo a la casa.

-Gracias Kirishima, Pikachú, ya pueden irse, no me gustaría que dejen mucho tiempo a Daisuki, no vaya siendo que se escape como otro cachorro tonto que conozco- miró acusador a su hijo quien se sonrojó y se cruzó de brazos.

Kirishima rió con ganas, el ambiente al fin se sentía más relajado, Denki le dejó dado un beso en la frente al cachorro y junto a su esposo se despidieron de Katsuki. El alfa rubio los acompañó hasta la puerta de su casa y luego regresó con su hijo.

-Vamos a dormir enano, hoy fue un día con demasiadas emociones... mañana hablaremos ¿sí?

-Sí papá- Katsuki se sorprendió, su hijo no lo había llamado viejo como acostumbraba a hacerlo siempre.

Observó a su hijo bostezar, y recordó como Izuku lo llevaba en sus brazos a acostarlo, aún cuando Hikaru ya tenía más de cuatro años. Así que sin decirle anda a su cachorro lo cargó en sus brazos.

-Oye papá ¿qué haces?

-Nada, solo llevo a mi tonto cachorro a dormir.

-¡Oye! tú eres el ton...

-¿Ton?

-Olvídalo, le prometí a mamá que me llevaré mejor contigo- cerró sus ojitos para disfrutar del aroma a robles de su padre, de nuevo se sentía seguro en sus brazos.

Katsuki sintió sus ojos cristalizarse por las lágrimas que tuvo que retener, incluso desde el cielo sentía que su omega seguía ayudándolo como lo hacía en vida.

Afirmó el abrazo a su hijo, quien ahora era más pesado de lo que recordaba, lo llevó a su habitación y lo dejó en su cama completamente dormido. 

-Has crecido bastante Hikaru- Lo arropó con su edredón de super héroes y luego de acariciar su cabello, bajó a traer la mochila amarilla de su hijo, era una de las cosas que Izuku le dejó a su hijo, así que era muy valiosa para ambos.

Al abrirla se sorprendió al encontrar el diario de su esposo en ella.

-Ahora comprendo lo de la promesa... Izuku, muchas gracias amor- abrazó el diario sobre su pecho, su omega fue una gran madre, tan amoroso y dedicado que aún después de su muerte seguía cuidando a su cachorro.

----------------------------------------------------

Al día siguiente, Katsuki se levantó temprano, se apresuró a bañarse y luego cambiarse, bajó a la cocina a preparar  un gran desayuno para ambos.

El diario de Mamá [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora