"Prometo buscarte" JJK+KTH

"Un cuaderno"

Las horas pasaron demasiado rápido para ambos, no les agrada eso, sólo quieren tener más tiempo al lado del otro cómo una verdadera pareja. Lo más doloroso para ambos es tratarse como compañeros de trabajo cada día, quieren mostrarse como lo que verdaderamente son, no quieren usar una máscara ante la sociedad.

Antes de salir de su lugar secreto, el castaño volvió a atrapar a su bello novio entre sus brazos para volver a atrapar sus labios en un beso ya no tranquilo, este ahora era más profundo y con ese toque de desespero. El rubio como pudo trato de seguir el ritmo, aún no sabia corresponder del todo bien ante esos besos, espera pronto aprender para poder ser él quien empieza esos besos.

─Te amo mucho, mucho. Nunca me cansaré de repertirtelo─Una de las manos del castaño abandono la delgada cintura del rubio para subir a su mejilla, comenzó a acariciar la zona por unos segundos. Esta misma mano subió a un cabello que le estaba interrumpiendo ver los hermosos ojos miel de su amado, con mucho cuidado quitó este de allí y lo oculto atrás de la oreja impropia.

─Yo te amo mucho, mucho más.─Ambos brazos del menor subieron y rodearon el cuello de su novio, así formando un dulce y cariñoso abrazo.

─¿por que no puedo llevarte, meterte en una cajita y cuidarte de todo él mundo?

─Señor Jeon, ¿usted cree que lo mejor seria llevarme lejos para que todo el mundo empiece a sospechar cosas? Eso no sería para nada bueno.─Suspiro y luego le sonrió dejando un leve beso en su naricita─No podría vivir sin ti a mi lado, no quiero que nos alejen y te hagan cosas malas. Bebé TaeTae necesita a Kookie.

─Kookie necesita más a bebé TaeTae. Sin ti no puedo vivir.─Un muy corto beso sobre los labios contrarios. ─¿sabes? Eres lo más hermoso del universo, más hermoso que cualquier princesa, príncipe, reina o rey. Nada es más hermoso que tú.

Nuevamente ambos jóvenes se perdieron en la mirada del otro. En ese momento sobraban las palabras, estas no son necesarias cuando sus miradas expresaban el amor hacia el otro. Justo ahí no existían problemas o le prestaban atención a lo que les podría pasar, crearon un pequeño mundo en el cual solo existen ellos dos juntos.

─Sal tu primero... luego saldré yo después de ti.─Fue el castaño quien rompió esa burbuja que habían creado─Deseo verte mañana. Aún así no pueda mimarte y besarte, quiero mirar tu sonrisa desde lo lejos.

─Nos vemos mañana, cariño.

La dolorosa despedida paso, a ninguno de los dos les agradaba del todo esas dolorosas despedidas. Desean con toda su alma que la sociedad no fuera tan estúpida para poder ser felices sin tener miedo a que alguno de los dos al día siguiente amaneciera sin vida.

Cada uno tomó su rumbo; el castaño para su casa, a quedarse solo con la compañía de su pequeño cachorro mientras piensa en ese bonito rostro. Por otra parte el rubio se fue a su hogar. Nadie en esta sabía el porque el menor de los Kim salía siempre a la misma hora y llegaba algo tarde, tampoco es que les fuese de demasia importancia. Es el hijo menor, nada importante a los ojos de sus padres.

Después de haber dado un formal saludo, haber cenado y escuchar como todos hablaban de lo que habían hecho en su día, el rubio subió a su cuarto. Ya estando en esta, quito sus zapatos cambiando estos por unas pantuflas de tigre, también cambio la ropa que traía puesta por algo más suelto y cómodo.

Miro y escuchó con atención para asegurarse de que no hubiese nadie, volvió a acercarse a la puerta del cuarto abriendo esta misma y echarle un vistazo al pasillo para confiar en que no había nadie. Volvió a entrar a la habitación, ya listo para comenzar.

Busco debajo de la cama, minutos después encontró lo que buscaba: una caja grande de color azul, arriba tenía un par de papeles regados y abajo de este se encontraba un cuaderno de dibujo. No era la mejor escondite del mundo como para esconder algo tan importante como ese cuaderno, pero el confiaba en que nada malo va a pasar.

A veces confiar demasiado es malo.

El sonido del lápiz sobre el papel a la hora de dibujar es el sonido favorito del de cabellos claros.
Le gusta dibujar, ¿desde cuando? Desde siempre, pero aquel amor hacia esta arte aumento al encontrarse con ese castaño de ojos grandes y mirada profunda. Él es su inspiración. Jamás se cansará de dibujar ese perfecto rostro.

Nadie puede ver sus dibujos, mucho menos los escritos que hay atrás de cada retrato. En estos escritos describe cada día que pasa al lado de su amado, el dulce sabor de sus labios y las millones de sensaciones que le transmite con sus palabras de amor y caricias.

¡segundo capítulo terminado! Espero que les guste... 💕