La Alianza

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Hermione abrió los ojos con pesadez y se encontró con el alumbrante sol del crepúsculo . Se levanto y se reconforto al ver sus cosas a un costado suyo, la mochila y su arco y flechas. Estaba en el estanque. No sabía cuando había llegado allí.  Se dio cuenta que estaba impecable, sentía su rostro sin magulladuras, su cuerpo estaba bastante limpia y la ropa estaba también limpia. Lo único era que tenía el pantalón de la pierna derecha levantado hasta la rodilla y casi le da un infarto al ver su pantorrilla: la carne estaba de un rojo brillante llena de ampollas. Vio como Luna Lovegood la miraba con una sonrisa sentada alado de ella.

Hermione pudo ver que Luna también estaba en buenas condiciones, y que tenia la varita en mano.

- Estuviste inconsciente unas pocas horas. Te he traído hasta aquí, te he bañado, limpie tu ropa y te cure las heridas. Tengo mi varita - Luna empezó a hablar ante la mirada confusa de Hermione-. Pero no pude curarte la pierna, lo siente.

- ¿Quién apago el fuego? - pregunto la castaña todavía confusa.

- Yo

- ¿Dónde aprendiste a hacer ese hechizo? - pregunto la Gryffindor aun más confusa. ¿Dónde había prendido Luna un maleficio de magia tan oscura?

- En las clases de duelos mágicos en el Centro de Entrenamiento - conto la rubia-. Me costó bastante apagar el fuego, ya que salía del suelo…

- Gracias, Luna.

Hermione nunca se sintió tan agradecida con alguien como se sintió en ese momento con Luna Lovegood. La había ayudado muchísimo. Nunca sintió tanto cariño a la rubia como en ese momento.

La rubia mojo la pierna de Hermione mientras esta se hidrataba y se comía a una galleta salada. Luna le contaba que ella había recolectado un montón de plantas que podrían ser comestibles y que servían contra el veneno.

Las dos chicas prendieron un leve fuego y comieron el pescado de Hermione, después cada una se subió a un árbol que estaban separados pero se miraban.

- ¿Quieres que seamos aliadas, Luna? - pregunto Hermione cortando el silencio. Sabía que quizás de esa manera estaba encariñándose más con Luna, pero juntas podían llegar lejos.

- ¿Enserio? - pregunto ella con los ojos iluminados.

- Si, Luna. Yo sé cazar y soy buena con las armas, tu sabes mucho de plantas, tienes varita y sabes trepar genial los arboles. Podemos llegar a ser un gran equipo.

Luna le sonrió con alegría. Ahora eran un equipo.

La castaña estaba por meterse en la bolsa de dormir, pero mover la pierna le generaba mucho dolor. Lanzo un quejido de dolor.

- ¿Estás bien? - le pregunto la Ravenclaw.

-  Si - contesto la Gryffindor apretando los dientes -. Cuéntame algo, Luna.

Luna le conto que en la Cornucopia ella había esperado unos minutos  antes de entrar en la Cornucopia y después ahí agarro su varita y una mochila.  La rubia había encontrado  un rio y que se había cruzado una vez con los "profesionales".

-  ¿"Profesionales"? - la interrumpió Hermione con incredubilidad. Luna hablándole le hacía distraer de su dolor-. ¿Quiénes son los "profesionales"?

- Le digo a si  los tributos  que son muy buenos y  que van de a muchos y se encargan de matar a los demás - contesto ella y Hermione rio con frescura. El apodo estaba bien puesto.

- ¿Ves a ese pájaro de ahí? - Luna señalo a un pájaro hermoso que estaba sentado en la misma rama de su árbol.

- Si - afirmo Hermione frunciendo el ceño levemente-. Nunca vi un pájaro similar, pero recuerdo haber escuchado de él en algún lado.

Los Juegos del Hambre (Draco/Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora