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1. Tiempos Modernos.

A sus ojos todo se miraba perfectamente. Media cada perímetro en el mapa de tercera dimensión que se proyectaba en la mesa de juntas, en su mente creaba planes desde la A hasta la I.

Buscaba la perfección, Lorelai Luthor no quería perder ningún soldado. A diferencia de su contrincante a ella si le importaban sus compañeros en especial cuando se refería a lo que ella tomaba como un último recurso, uno que tenía que hacerse en toda regla.

Damián Anotaba cada palabra dictada mientras que Jason iba mostrando diferentes armas o artefactos que pudieran ser utilizadas para neutralizar a sus enemigos dependiendo del área o con qué tipo de soldado se encontraría.

Conner analizaba en silencio igual que ella. Era casi como si estuvieran conectados.

A pesar del ruido constante de las máquinas o el constante zapateo de sus soldados entrenando o practicando formaciones bajo la supervisión de Mia, lograban tener toda la concentración y energía en ello.

Un estruendo hizo temblar la tierra sobre sus cabezas pero eso no los hizo estremecer.

Los centinelas gigantes mecánicos en busca de personas inocentes quienes encarcelar o reclutar como también de algún rebelde incauto para llevarlo directamente hacia El Gran Hermano, como lo llama Eliza haciendo referencia a ese libro viejísimo perteneciente a la biblioteca de su madre que alguna vez leyeron a escondidas de su Institutriz porque "Inspiraba a los jóvenes de forma negativa".

Quien diría que toda esa narración fuera llevada a la vida real, quien pensaría que una mente inocente se puede corromper de tal forma que creo una guerra que se llevaría consigo a tanta gente inocente.

— ¡Buenos Días!— el rubio platino entro haciendo énfasis en la "E" en sus palabras.

Se acercó a la mesa y felizmente se sentó en las piernas de Conner.

— ¿Que pasa Margarita?, Te acostaste con alguien bueno anoche— se burló Eliza desde su esquina donde monitoreaba los alrededores a través de las cámaras de seguridad.

El pelinegro hizo una mueca disgustado queriendo empujar al chico de su regazo.

— Si y no. — se levantó y camino entre los otros. —Me tope en el Área Comunitaria con ciertos soldados...

—Basil...— le fulminó con la mirada lista para reñirle.

A los ojos de la rubia ceniza el chico era su completa responsabilidad, si le llegase a pasarle algo no solo se moriría sino que se culparía eternamente aunque eso no era algo que a su parecer el chico al ser tan inestable solía meterse en todo tipo de problemas casi sin darse cuenta.

—Loriiii...— el chico hizo un puchero lastimero. —De hecho he sacado información de carpeta negra.

La sorpresa de los ojos de todos los presentes fue la mecha que encendió la satisfacción del menor.

Los soldados del Nuevo Gobierno tenían misiones con diferentes niveles caracterizado por colores. El negro era el color estrella, algo que pudiera calificarse como más haya que Ultra-secreto.

Misiones que solo verdaderos soldados del Gran Hermano se encargaban. Aquellos que el mismo considerase fuertes, inteligentes, intrépidos y en especial leales de código cerrado.

— ¿Cómo mierda...— el primero en salir del Shock fue Jason, alias Capucha Roja, pero fue interrumpido por la mano del chico.

—Para mí mala o buena suerte, depende de cómo lo mires. — se encogió de hombros. — me acosté con uno de los soldados encargados del área de ingeniería.

—Eres menor de edad. — gruño disgustada la Luthor.

—Como les contaba. — Ignoro a la chica.— Tuvo que esconderme en el armario mientras su superior iba relatándole sus tareas y explicando con lujo de detalle una misión que según el Gran Todo poderoso Líder iba a "acabar" con la guerra de raíz. — hizo comillas con los dedos y luego se rio fuertemente. — ¡Es El Puto Plan Lorelai!— sus risas acabaron mostrando una cara llena de miedo casi lloroso.