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11. Shoulder Arms

¿¿??

El olor a basura quemada rodeo a la chica, podía escuchar su corazón latir con fuerza y no podía parar de temblar. Tenía miedo, demasiado miedo.

Intentaba apagar el fuego que salía de su traje, estaba completamente destrozado, camino de forma temblorosa hasta la salida de lo que parecía un callejón. Hasta que tropezó cayéndose llevándose consigo a alguien más... o mejor dicho los restos de alguien más.

— ¡Hey!— le grito una mujer.

La morena se movió rápidamente dándole espacio, la otra mujer noto el estado de la joven y se acercó rápidamente a ella.

— ¡Las manos donde las vea! — le grito apuntándole con un arma.

Estaba tan aturdida que lo único que hizo fue obedecer. Fue llevada hasta un auto esposada, en todo el camino veía los edificios que no reconocía.

Llegaron hasta la estación, Nora no podía dejar de temblar. Le dieron una chaqueta deportiva usada para ponerse sobre su ropa estropeada y la hicieron sentarse en una habitación frente a la mujer que la esposo.

—Necesitamos que nos digas todo lo que sabes sobre...

—Señora le aseguro que yo no tengo nada que ver con el crimen, literalmente caí en el lugar y momento equivocado— lloró.

La mujer castaño claro pensaba que estuvo bajo los efectos de sustancias ilícitas antes de toparse con el cuerpo antes de toparse con el cuerpo, pero eso no explicaba para nada el aspecto de sus ropas.

– Necesito que me des tu nombre completo y el de tus padres— dijo extendiendo la libreta que llevaba con un bolígrafo.

Nora escribió tan rápido como pudo los nombre. Había notado que sus habilidades no respondían, ¿Qué le sucedía?

A la hora llega la mujer molesta frente a la adolescente.

—Se cree que los operativos policiales son una broma jovencita— regaño, la velocista le vio con miedo. Nunca había retado a alguien de la autoridad sin tener a Eliza que la respaldase. —En los registros no muestran ningún Barry Allen y menos una Iris West.

Las esperanzas de orientarse o regresar fueron rotas con tan solo esas palabras, lo único que pudo hacer era llorar frente a la mujer.

—Detective...— sonó una voz a las espaldas de Nora.

Al darse la vuelta se encontró con un hombre de tez bronceada, cabello obscuro con un traje perfectamente entallado de color obscuro y una sonrisa brillante.

— ¡Oh Vaya!— le miro detenidamente con esa sonrisa. — ¿Vienes de visita?— le extendió un pañuelo para limpiarse.

—Lucifer, esta chica es la única sospechosa del asesinato del joven Sáenz y tú estás...

—Ella no lo hizo— dijo para luego fijar la vista hacia la joven —No eres de aquí, es algo que se nota.

Se sentó en la mesa, con esa enorme sonrisa.

—No sé quién es usted, pero tengo que dirigirme hacia National City para ayudar a mis amigos y a sus madres— le miro seria.

El hombre levanto una ceja.

—Lucifer Morningstar un placer— carraspeo un poco — ¿Cómo lo lograras sola?— pregunto.

—...— Trago en seco para luego negar. —Sin importar el tiempo o el lugar solo debo encontrar la familia Luthor o Queen y estaré en camino— le hablo seriamente.

Él se rio.

—Las empresas Luthor cerraron hace años. Jovencita. Además ¿Dónde encontraras a tu padre?