FIRST LOVE

CAPITULO IX

—¿Tú? Que sorpresa verte por acá.—dijo mientras se acercaba a saludarlo.

—Ni yo me imaginaba que vendría.—se dieron la mano a modo de saludo—Pero la situación lo amerita.—su expresión cambió.

—Lamento mucho lo que le pasó a tu clan.

—Fue algo inesperado y complicado, hubo muchos heridos pero gracias a Dios ninguna muerte.—suspiró aliviado.—también quiero darte las gracias por la ayuda que mandaste.

—No es nada, todos somos una familia y para eso están los amigos —sonrió.

—Cheng, pero no solo vine a darte las gracias.—dijo preocupado.— esto es más grave de lo que creíamos.

—¿Que ocurrió?

—Cuando se estaban marchando, uno de ellos se me acercó y—lo miró seriamente.

—¿Que pasó?...—se acercó.

— Esto apenas comienza, esto es más que todo contra tu clan Cheng.

—¿Qué? —dijo desconcertado.

Sabía que tenía algo contra él pero no entendía los motivos. Él no le había hecho daño a nadie. ¿Quien demonios será ese tipo?

— Desde que envió aquellas cartas, no deja de atormentarme y ahora viene con eso.—golpea de rabia la mesa.

—Prepara a tu clan, cheng—su tono de voz era preocupante—una gran amenaza se aproxima a nosotros.

—¿Nosotros? —El clan de su amigo ya había pagado las consecuencias.

—Somos una familia— le devolvió la frase mientras se encogia de hombros.— en caso de que ocurra algo, el clan jïanx vendrá a apoyar. No te dejaremos solo a ti y a tu clan. Cuenta con nosotros para cualquier cosa amigo.

—Gracias.

—No es nada, es hora de devolverte el favor.

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Narra Ching

—¿Te imaginas si me pide ser su novia?—hablé emocionada.

—Es una opción pero —hizo una pausa.

Miré el reloj que estaba colgado en la pared mientras hablaba.

—¡Uy, se me hace tarde!—interrumpí.—lo siento Pucca, tengo que irme. Bye, te quiero. —colgué.

Vamos a ver; Ropa, listo. Peinado, listo. Zapatos, listo. Accesorios, listo. Dulce fragancia, listo.
¡Que emoción! Me pregunto a donde me llevará, bueno no importa, voy a salir con él >u<.

Nos íbamos a encontrar en la plaza, antes de irme fui a decirle a mi padre.

—Papá, ya me voy.

—Está bien, cuídate y no tardes.—dijo para después seguir entrenando.

Últimamente se la pasa en el dogo más de lo usual o leyendo y lo llaman muy seguido. Lo encuentro más ocupado de lo normal, pero bueno.

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Ya había pasado media hora y ninguna señal de Abyo, le he mandado varios mensajes y no me contesta. No es posible que me vaya a plantar, quizá tuvo un problema y por eso la tardanza, seguro es eso. Tranquilizate Ching, respira.

Antes de que me diera un ataque, lo vi llegar apurado aunque ¿Quién no? Casi una hora tarde a la cita, espero que tenga una buena explicación.

—¡A-antes de que me grites o pegues, déjame explicarte! —dijo agitado mientras se apoyaba de sus rodillas.