Seeds of greatness| YM

04

Yoongi: 12 años

Jimin: 12 años

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Las vacaciones eran comunes y corrientes para Jimin, se la pasaba jugando con su pequeño gatito ahora de color blanco, solo jugaba videojuegos, nada del otro mundo.

Pero del lado Yoongi las cosas eran muy distintas, no la pasaba muy bien, desde que Andrew, su nana, había muerto. Por lo tanto, estaba solo en ese lugar que siempre odió, con su padre siendo cada vez más insistente en su vida.

— No te lo repetiré una vez más, Yoongi. Trabajarás en mi empresa y manejarás mis negocios, quieras o no.— Dijo el padre de Yoongi en una de sus tantas discusiones diarias.

— A mí no me vas a meter en tus putos negocios, si tanto quieres que alguien maneje tus empresas, pídele a tu amigo Park que te regalé uno de sus hijos, seguro que cualquiera estará encantado de manejarla a la perfección.— Respondió Yoongi para luego alejarse de su padre dándole la espalda.

— Tienes razón, tal vez el pequeño Park sea perfecto para involucrarse en mis negocios, aun en los más oscuros, ¿No sería maravilloso, Yoongi?— Dijo el mayor en un tono divertido y rápidamente Yoongi se acercó a enfrentar a su padre cara a cara.

— No te atrevas a ponerle un dedo encima o seré yo el que te acuse con las autoridades, así tenga que morir en el intento.— Dijo Yoongi furioso tanto por dentro como por fuera para luego salir y dirigirse a su habitación dando un fuerte portazo. Y es que no podía evitar sentir miedo e ira, su padre no era ningún santo, eso de convertirse en buen mago luego de la guerra mágica era pura bazofia, su padre solo quería más poder del que sus manos podrían sostener, no sabía exactamente por qué, pero lo estaba jodiendo, lo estaba jodiendo todo para Yoongi.

Yoongi entró a la habitación y llamó a Bennu que se hallaba en la cama de él, picoteando unas frutas que él mismo le había dejado antes.

— Quiero que le lleves esto a Jimin, solo es un pequeño regalo.—dijo mientras le daba una pequeña cajita donde se encontraba un anillo de oro blanco que tenía grabado por dentro "Veela" en letra cursiva. Bennu tomó aquella cajita entre sus garras y sin más salió volando por la ventana.

Jimin dibujaba en su cuaderno cuando escuchó algo en su ventana haciéndolo girar. Esbozó una gran sonrisa cuando vio al Fénix ahí parado, mirándole fijamente con curiosidad. El Veela abrió, está dejando pasar a Bennu, el cual le dio una cajita. El ave se posó otra vez en su ventana, dispuesto a irse cuando una voz lo detuvo.

— ¡Aún no te vayas Bennu! — exclamó Jimin buscando su cuaderno, arrancó una página la cual tenía un dibujo de Bennu y escribió algo para Yoongi en la parte de atrás.

— Ten. — Le dio aquel papel enrollado, Bennu lo tomó en su pico y abrió sus alas, dando una reverencia de despedida, disparándose hacia el cielo oscuro que lo esperaba para encontrarse con su amo.

Cuando aquel Fénix se fue, Jimin abrió la cajita, observando el objeto adentro con ojos brillosos, asombrado por tener algo tan bonito por parte de Yoongi, hasta que vio lo que tenía escrito, "Veela" grabada el interior del anillo, Jimin hizo una mueca de desagrado ante tal nombre, después de dudar si ponerlo o no en su dedo, se lo puso.

Yoongi se encontraba en su habitación durmiendo cuando escuchó un estruendo en la cocina, su mente algo confundida divagaba en lo que sería agarrando su varita rápidamente para luego asomar la cabeza por la puerta de su dormitorio. Luego de unos minutos tiempo vio a su padre siendo ayudado por el personal de la casa subiendo las escaleras en un aspecto denigrante para él y fue cuando se dio cuenta de que era su padre borracho otra vez.