Capítulo dos.

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"¿Un hijo?" El omega preguntó después de terminar de leer el contrato, y mirar a Bae que tomaba de su biberón y que de vez en cuando robaba algunas galletas del plato que le fue dado. Ellos estaban en una cafetería, la misma donde habían expulsado a Jungkook, el alfa le dio un contrato. El gran alfa lupus quería un heredero, un hijo. El contrato decía que Jungkook tenía que quedarse con Taehyung hasta que el cachorro fuera concebido, y entonces él le daría una buena cantidad de dinero para que Jungkook desapareciera de su vida, era lo que entendió al final. "¿Cómo un vientre de alquiler?" preguntó otra vez, muy confundido con todo. El omega colocó sus manos pequeñas sobre la cabeza de su cachorro acariciando a Bae amorosamente y sonriendo feliz por ver a su hijo alegre con tan pocas cosas, él estrechó los ojos para todo lo que estaba en el contrato, él no era una paridera y ni siquiera un omega que pondría hijos en el mundo para dejarlos, él tenía sentimientos, y su instinto protector de omega era más alto que nada.

"Sí, lo antes posible" Jungkook soltó un suspiro tras la forma que le hablaba el alfa, insensible en extremo. "Omega, necesito un hijo"

"Los hijos necesitan amor y cariño, no los trates como si fueran sólo máquinas que en el futuro te harán tener dinero" Jungkook respondió, se había quedado aturdido con toda aquella conversación, su aura protectora pulsaba dentro de sí. Él amaba a Bae con todo su corazón y nunca conseguiría dejarlo. Los pensamientos del dolor que podría sentir si firmaba ese contrato lo dejaba nervioso y aprehensivo. "No sé si pueda estar de acuerdo con todo esto, soy un omega al final de cuentas, no sé si conseguiría darte un cachorro"

"No estoy interesado en sus sentimientos. Quiero que sólo digas sí o no, y vuelvas a la mierda de lugar donde saliste" dictó con la voz baja pero gruesa e imponente, como si le estuviera hablando a algunos de sus soldados. Bae dio un respingón en la silla que estaba sentado y miró a Jungkook con un puchero en sus labios, él llevó sus deditos hasta la camiseta del omega en una petición de confortación en su cuello, asustado por la reacción del gran alfa frente a él. "Has que pare de llorar y decide pronto, iré al baño" Jungkook miró al alfa girar a sus espaldas e ir hacia el baño. El omega abrió el pequeño bolsillo de la mochila agarrando el chupete de Bae y colocándoselo en su boca, el cachorro omega descansó su cabeza en el pecho de Jungkook chupando el chupete tratando de calmarse, con el propósito de querer entrar en su siesta, olvidándose de lo ocurrido hace segundos atrás.

Jungkook llevó sus pensamientos a todos los momentos que había pasado en la calle durante sólo una semana, él pensó en Bae con los labios temblando de frío y en la falta de su preciosa leche, pensó en las lluvias que él enfrentó. Pero también pensó en el dolor que sentiría en abandonar a su cachorro. El omega observó las gotas de lluvia cayendo del cielo y suspiró mirando hacia delante, observando a Taehyung ya en su lugar. Jungkook encaró a Taehyung y observó al alfa por unos instantes, la mirada fría que él daba sobre sí le causaba escalofríos. Todo aquel sentimiento de protección se había desvanecido, dando lugar a miedo e indecisión.

"Has tu elección, omega. No tengo tu tiempo" Jungkook sólo suspiró queriendo sacarle algunas respuestas al alfa, pero desafortunadamente su instinto de sumisión hablaba más alto. Él se lamió los labios y miró a Bae que ya había entrado en su siesta, la vida de Jungkook se movía por Bae, él había dado toda la fuerza a Jungkook, su mayor sufrimiento era ver a su hijo pasar hambre y frío en el invierno congelante de Busan. Jungkook colocó sus manos pequeñas sobre el papel y encaró al alfa nuevamente que empujó la hoja en su dirección, y sintió cómo sus ojos se llenaban de lágrimas mientras firmaba el papel, era todo por amor a Bae, sólo por él. "Has hecho una excelente elección, omega. Jungkook, bonito nombre" Taehyung dijo y se levantó colocando cien libras sobre la mesa y agarró la mochila del omega. "Vamos a mi casa, nuestra conversación ha acabado"

Jungkook se levantó todavía con Bae en su cuello y siguió al alfa que entró en su coche, abriendo la puerta trasera para el castaño. "Vamos a pasar por tu casa primero, omega, para buscar tus cosas" fue interrumpido por la voz suave del castaño, pero el lupus sólo lo ignoró.

"No tengo una casa, alfa. He estado viviendo en la calle desde hace una semana" explicó cuando vio la cara confusa de Taehyung. "¿Me puede decir su nombre?"

"Kim Taehyung, pero prefiero que me llames Sr.Kim o alfa. Me gusta el respeto" le dice arrogante y muy prepotente, por eso Jungkook rueda los ojos. "Te llevaré hasta donde estoy hospedado y luego iremos hasta mi casa. Ya que yo ya no vivo aquí" Jungkook concordó un poco vacilante, él estaba a punto de vivir con un desconocido, ¿qué barbaridad era la decisión que había tomado?












Dos días después Jungkook ya estaba alojado en la casa de Taehyung. El alfa era frío y lejano todo el tiempo, a Bae le había gustado la idea de tener una cama calientita para dormir y de las mantas olorosas que había ganado de regalo, el cachorro omega no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando, pero él había adorado a la idea de no tener que sentir frío durante la noche. Jungkook sonrió cuando vio a Bae bajar la cabeza en la bañera y volver con una sonrisa divertida haciendo burbujas con la reja de espuma que estaba por todo su cuerpo, era tan bueno para su omega ver a su cachorro feliz. "Hora de salir, pequeño bebé. Tenemos que cenar y luego ir a soñar con conejitos chistosos" Bae soltó un pequeño gruñido pero obedeció al omega, porque él era un buen chico, después de todo. Jungkook enrolló al pequeño cachorro en una de las muchas toallas blancas y felpudas. "Necesitas aprender a hacer pipí en el baño, ¿sí? Ya eres un niño grande de mamá" Jungkook dijo mientras le colocaba el último pañal del paquete a Bae. El omega soltó un suspiro, sabía que tendría que hablar con el alfa sobre eso, a él no le gustaba la idea de depender de alguien. Él también volvió a suspirar sabiendo que su hijo estaba atrasado en las cosas, Bae tenía tres años, aún usaba el pañal y chupaba chupete, quería darle lo mejor a su hijo. Sin embargo no podía.

"¡No, mamá! Bae tiene apenas tres años, y lo necesito" dice el cachorro y Jungkook sonríe haciéndole pequeñas cosquillas en la barriguita rechoncha que tenía.

"Vas a cenar con mamá, ¿sí?" el castaño preguntó pasándole una pijama con pequeños conejos por sus hombros pequeños.

"No, yo quiero mimir" Jungkook asintió y se acostó en la cama entregándole su chupete a Bae, trayéndolo cerca de su pecho, acariciándole los cabellos.

"¿Casa nueva de Bae?"

"Sí, vamos a vivir aquí un tiempo"

"Me encanta esta casa. Caliente, mamá" se encoge sonriendo feliz por el confort y el calor que emanaba de su mamá.

"¿Yo te amo, sí? Mamá hace todo esto por ti" Jungkook sonrió y apretó sus mejillas lechosas, Bae parpadeó con los ojos somnolientos.

"Bae también ama a mamá"

heir  ›  taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora