heir › taekook

Capítulo nueve.

hi, termino este fanfic y cierro permanentemente
mi cuenta. gracias por todo <33

"¿Eso es tuyo?" el omega preguntó cuando vio el jet privado. Ellos estaban camino a Busan. Y Taehyung exageraba al extremo, había decido alquilar un jet privado sólo para que Jungkook y sus cachorros viajaran tranquilos y seguros, lejos de algo que el alfa conocía. No le gustaban los lugares llenos.

"Sí, lo alquilé para viajar" dice con naturalidad. Jungkook nunca entendería a las personas ricas. El alfa colocó sus manos sobre la espalda del omega y lo guió hasta el jet. Bae estaba en los brazos del alfa, durmiendo, ajeno a todo, con el chupete como siempre en su boca.

Después de todo el proceso, finalmente salieron de Seúl, partiendo hasta Busan. Jungkook aún no sentía felicidad, él sentía tanta la falta de Yoongi, el único amigo que él había tenido en el instituto. El omega se preguntaba si los cachorros de Yoongi habían nacido ya, él creía que sí, puesto que el omega estaba cerca de tener a los bebés.

"¿Cómo es tu amigo?" la voz del alfa se hizo presente en el ambiente, Jungkook encaró los ojos claros de Taehyung, que estaba a su lado. Bae se despierta en su regazo, con la iPad en la mano como siempre, no queriendo soltarla, era un regalo de Taehyung, lo que al menor no le pareció que le diera aquello a su cachorro, él no quería tantas cosas caras de parte del alfa, pero acabó aceptando cuando su pequeño cachorro le hizo una pequeña rabieta.

"¡Oh! Él es un omega, bueno creo que eso sí te quedó claro. Tiene veinticuatro años y estaba embarazado de gemelas, pero creo que ya han nacido" el pelinegro asintió. "Me siento un poco triste por Yoongi Hyung, él nunca tuvo una familia, era un chico de la noche, y terminó quedando embarazado de un cliente"

"¿Cuánto tiempo pueden quedarse en la institución?"

"Existe un límite de edad, hasta que nuestros cachorros cumplan diez años" explicó. Él a veces se arriesgaba a decir que sentía un poquito de nostalgia de la institución, a pesar de las peleas que tenía con otros omegas constantemente. A ningún omega parecía agradarle a excepción de Yoongi, él amaba despertar todos los días y conversar con su único amigo por la mañana y cocinar, que era uno de sus hobbies favoritos y la tarea que tenía en la institución.

Jungkook observó a Taehyung sonreír y asentir, el alfa llevó sus manos hasta la barriga del omega, acariciando la protuberancia que tenía. Sintiendo a sus tres cachorros allí dentro. Él soltó feromonas suaves para calmar a sus cachorros dentro de la barriga de Jungkook, así mismo calmando al omega también, que cerró los ojos aprovechando la sensación, durmiendo con toda la calma que el lugar le proporcionaba. 

Y así fue como Taehyung se dio cuenta que su lobo estaba reaccionando dentro de sí, tal vez encontrando al lobo de Jungkook.

Después de unas horas llegaron a la ciudad, yendo al apartamento de Taehyung, dejando sus pertenencias. Habían pasado ya algunas horas desde que habían almorzado, y a pedido del omega se detuvieron en una cafetería, para alimentar a sus cachorros y por supuesto a Bae, que imploraba por algo, su barriguita roncaba de hambre, y las barras de cereales que el tío Taehyung le había dado no habían sido suficientes.

"Buenas tardes, ¿qué van a pedir?"

Jungkook conocía aquella voz, era la voz de la beta que lo había tratado mal el día que él fue expulsado de la institución. La beta lo miró, tal vez no creyendo que él estuviera ahí después de todo, ella encaró a Taehyung, visiblemente nerviosa, Jungkook rio bajito, con la mirada confusa del pelinegro sobre sí. El omega no era una persona vengativa, pero él estaría mintiendo si no admitiera que le gustó ver la cara de sorpresa de la beta.