Tres

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Su pecho subía y bajaba, su respiración era inestable, su cuerpo tiritaba nervioso, los pasos resonaron en el frío piso de azulejos rojos, sintió el peso de un cuerpo a su lado y su corazón martilló fuertemente en su pecho, contuvo la respiración como si de esa forma pudiera desaparecer, gritó, pero ningún sonido salió de su garganta, sus extremidades se paralizaron cuando unos fuertes y conocidos brazos lo sostuvieron por la cintura y una pesada respiración chocó contra su nuca haciendo que cada vello en su cuerpo se erizara, las lágrimas no tardaron en bañar su rostro.

Una suave y macabra risita se escuchó a su espalda -Shhh no hagas ruido ella no debe enterarse-

Su cuerpo se tensó, esas sucias manos recorrieron su cuerpo haciéndole sentir repulsión hacia sí mismo, mantuvo sus ojos cerrados, las lágrimas escapaban sin permiso y no pudo moverse, no pudo defenderse, la opresión en su pecho se hizo cada vez más grande, su cuerpo entero temblaba y él solo quería morir.

Las ásperas manos apretaron la carne de sus caderas y lo pegaron al cuerpo ajeno.

-No por favor...- suplicó internamente.

La risa se hizo más fuerte hasta el punto en que sus oídos dolían y su cabeza estaba a punto de explotar, pánico era lo único que sentía -Eres mío- dijo justo en su oído.

La horrible pesadilla se repetía una y otra vez, tomó su cabeza entre sus manos y lloró tan fuerte como pudo, era presa del miedo, su corazón latía desesperado y el aire no llegaba a sus pulmones, un ataque de pánico, eso era... Como pudo arrastró su cuerpo hasta el baño, buscando lo único que lograba tranquilizarlo, sacó la pequeña hoja de metal y de un movimiento certero hizo un primer corte en su brazo, luego vino el segundo y tercero hasta que su respiración se reguló y poco a poco se relajó, había prometido no hacerlo de nuevo, pero no estaba en sus manos el tomar esa decisión, no cuando sentia que estaba a punto de volverse loco, sintió la tibieza recorrer sus brazos y el ardor que le hizo ser consiente de lo que había hecho y se dejó caer en el piso escuchando el suave golpeteo de su sangre contra el piso.

Esa era su realidad, una con la que luchaba día con día y de la cual nunca podría librarse, los demonios de su pasado rondaban a su alrededor, burlándose de su triste existencia y repitiendo le una y otra vez que lo más fácil sería darse por vencido... Jimin sabía que estaba en un punto si retorno, sabía que estaba al borde del precipicio donde un pequeño movimiento lo podía hacer caer, pero no le importaba.









Porque la sombra es cada día más fuerte;

Shadow || YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora