Sentía que su mundo colapsaría en ese momento, no podía respirar, tenía náuseas y todo le daba vueltas. Estaba a las puertas de un ataque de ansiedad. Tenía que ser mentira, una absurda broma de su tía para mostrarle las consecuencias de no usar protección en la intimidad con su pareja.
— Glimmer, sé que tú y Bow ahora son novios y que son adultos pero por tu reacción, creo que realmente no esperabas esta noticia.
La joven reina fija su mirada en su tía, no se sentía juzgada, todo lo contrario, sentía una profunda compasión en los ojos de la adulta.
— Cariño, entiendo que en ocasiones las cosas no son como las esperamos, pero estoy aquí para apoyarte.
— T-tía, creo que debe haber un error, Bow y yo hemos usado sellos mágicos todo este tiempo.
La peli morada estaba en negación, así que sólo miraba a su tía sin gracia. Sólo había tenido relaciones con Bow con protección y dudaba que algún sello mágico estuviera defectuoso.
— Sabes que existe la posibilidad de que fallen —La maga con cuidado la tomó entre sus brazos para confortarla.
— O tú puedes estar mal, tía Castaspella —Alegó con simpleza la soberana.
Con cuidado, la maga llevó sus manos al vientre de su sobrina y eventualmente luego las alejó, frente a la joven, las manos de su tía se comenzaron a iluminar de un tono violeta, su sonrisa de inmediato desapareció y sus pupilas se dilataron. Ese era un hechizo simple que hasta ella podría hacer y le saldría bien.
— Glimmer, sin duda alguna estás embarazada, estás ya al momento de entrar a tu quinto mes, por eso hasta ahora puedes notar los primeros síntomas.
Glimmer ya no escuchó más, sus oídos escucharon un leve pitido, todo se volvió oscuridad y la pesadez desapareció dándole paso a la inconsciencia.
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Tanto Adora como Perfuma se encontraban viendo a sus novias tener un entrenamiento un tanto sexy a los ojos de cada una de ellas, ver a sus parejas con esos sostenes deportivos y shorts era totalmente apasionante.
Adora no podía evitar recorrer los músculos de su novia con su vista, su esbelta y ágil figura esquivando los golpes de Escorpia. No lo iba a negar, sentía envidia de ellas en ese momento, quería mucho unirse al entrenamiento pero se sentía mal desde hace un par de días, no quería preocupar a la felina así que aún se lo ocultaba hasta encontrar solución a su leve malestar.
Habían viajado hasta la antigua zona del terror para ver cómo iban las últimas remodelaciones de lo que sería el nuevo hogar de la chica albina; con el poder de She ra, los escombros fueron removidos, dejando que la tierra se curara, dando paso a un paisaje hermoso, acompañado con la piedra rúnica en el centro, esperando por su verdadera heredera.
Y a pesar de que Escorpia, al igual que Perfuma, eran tan pacifica, habían dedicado una zona de su nuevo hogar para entrenar, y Catra había casi rogado —a su estilo— estrenar dicho lugar.
Adora vio cómo su novia esquivaba un rayo, y tan ágil como siempre, derribó a Escorpia con una patada. Luego vio como la felina le tendía la mano para levantarse y comenzaban a caminar hacia ellas mientras se hacían bromas entre ellas mismas.
— Hey Adora —Llamó con entusiasmo a su novia, con aquella acostumbrada frase que la rubia conocía tan bien—, ¿Viste como la derribe de un golpe? ¡Ja! Tal vez debería continuar con una nueva horda y conquistar Etheri-...auch.
La felina sonrió al sentir el puñetazo de la rubia en su hombro, quejándose juguetonamente.
— Hey, no dañes la mercancía, este es el cuerpo de tu futura soberana.
La rubia sonrió al escuchar las ocurrencias de su novia y le extendió una toalla.
— Tú ya eres la reina de mi universo, Catra, pero si es lo que tú quieres, lo pondré a tus pies en un segundo —El sonido de su voz salió tan suave y segura que parecía una promesa; Catra, que la observaba a los ojos y viendo el cariño que Adora siempre le demostraba, se sonrojó.
— Tonta —Apodó mientras le daba un beso en la mejilla.
— Wow, me alegra de que estén expresando mucho su amor, de verdad —Comentó Escorpia de repente—, pero, ¿Qué les parece si compensamos la energía perdida con algo de comida?
Todas comenzaron a dirigirse al comedor. En el trayecto, Perfuma notó que al caminar, Adora pareció sufrir un mareo, pues, el ritmo de sus pasos se había reducido y pareció vacilar por unos segundos; todo esto tampoco había pasado desapercibido para la felina, pero no comentó nada. Ya en la mesa, por petición especial de Escorpia, sirvieron el platillo favorito de cada una.
— Adora, deja de manosear mi comida, tú tienes la tuya.
— No seas egoísta, sólo comparte un poco —Demandó pasivamente la rubia, estirando su brazo al plato contrario.
— No —Volvió a negarse la felina, y en esta ocasión, tomó un trozo de carne del plato de la rubia y trató que lo comiera—, vamos, come tu comida.
Pero grande fue su sorpresa al ver como al sentir el olor de esta, la piel de Adora obtuvo un color mucho más pálido de lo normal. La rubia se levantó bruscamente de su silla y de manera repentina, salió corriendo, pero no logró avanzar mucho cuando se detuvo y vacío el contenido de su estómago en el suelo, para la consternación de todos.
— ¡Adora! —Exclamó la morena, levantándose con prisa y corriendo hacia su novia, ignorando el molesto olor que era demasiado fuerte para su sensible olfato— Oh, cariño, cuanto lo siento —Lamentó con una notable culpa en sus expresiones, mientras que con su mano diestra, daba caricias en su espalda para reconfortarla, pues, no sabía qué hacer en esta situación.
Perfuma se acercó a ellas seguida de Escorpia, my preocupadas por su amiga rubia.
— Adora, ¿Quieres que te prepare un té para ese malestar? —Ofreció Perfuma, con la esperanza de que aquello ayude a la soldado.
— Si no es mucha molestia, Florecita, ¿Podrías revisar a Adorar con esos poderes de princesas que tienes o algo? —Solicitó Catra, con algo de vergüenza por tener que acudir a una princesa, pero esto era por el bien de Adora— Ella no se ha sentido muy bien estos días, pero es muy testaruda para dejar que un mago la revise.
— Exageras, Catra, estoy bien, sólo es algo que como-
— Adora, acabas de vomitar tu comida favorita sin "razón alguna" —Sermoneó, soltando un gruñido, con sus orejas gachas, mientras la sostenía de la cintura y la alejaba de la zona de desastre—, por favor, deja que te revise, sólo para estar más tranquila luego.
— Está bien, pero tendrás que hacerme un masaje, porque me siento muy tensa_ Cedió mientras eran guiadas por Escorpia hacia otro lugar.
Al llegar a la habitación que estaba destinada para su estancia, Adora se quitó su camisa a petición de la joven princesa de la naturaleza, esta última comenzó a pasar sus manos por el cuerpo de la rubia, iniciando por su cabeza y bajando paulatinamente. La rubia sentía relajarse mediante el recorrido de las suaves manos de Perfuma.
Catra mordió un poco su lengua al ver que la chica alta estaba por pasar sus manos por los pechos de su novia. Pero estas se desviaron a los brazos y luego regresó a sus costillas, para luego dirigirse hacia su abdomen, en ese momento, las alejó, tomó aire y las colocó de nuevo en su abdomen, fue en ese momento en que pudo sentirlo de nuevo, una concentración de energías vitales entrelazadas, podía distinguirla a la perfección, eran las de Adora y Catra ligadas.
— Adora, estás embarazada —Anunció con suavidad mientras retiraba sus manos. Tuvo que ser directa, porque tampoco vio la necesidad de ocultar o atrasar algo tan importante y delicado como eso.
Tanto Adora como Catra quedaron petrificadas, entendían lo que eso significaba.
— Vamos a ser madres —Articuló con felicidad la felina mientras levantaba en sus brazos a la rubia.
— Sí, lo seremos —Murmuró la rubia aún en shock, pero con la felicidad desbordando por sus ojos.
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A complicated story
RomanceLa noticia de que un nuevo ser llega a este mundo no siempre es tan feliz y esperada como lo veremos en esta historia. Agradezco a Imperio Venecia por ayudarme a editar.