Un día, los dos actores más populares y los favoritos de la gente en Corea del Sur se reencuentran, y poco después les dan una oferta de trabajo donde tienen la oportunidad de participar juntos como protagonistas. ¿El problema? Ambos se detestan...
—¿Así que me han cambiado de edificio como si nada? —Pregunta Jung Kook al asistente de su mánager.
—Sí, señor. El mes pasado informó a su mánager que quería cambiar de edificio ya que en el que estaba su vecino solía hacer fiestas muy seguido y le molestaba el ruido —responde.
—¿Y me cambiaron a uno que valga la pena?
—Es de los más lujosos de Seúl. Investigamos perfectamente cada detalle, y es ideal para usted. Las paredes son bastante gruesas, por lo que ningún vecino fiestero le molestará en ningún momento; también es bastante seguro, ya que se utiliza una contraseña para entrar tanto al edificio como a la habitación y en cada rincón del edificio hay cámaras de seguridad. Verdaderamente es un lugar perfecto para alguien cómo usted.
Después de un suspiro, decide ponerle atención a su teléfono al haberle llegado un mensaje de So Jun.
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Guarda su teléfono, sintiendo un agotamiento que antes no era tan presente en él.
Al poco rato, la camioneta en la que está junto a algunos miembros de su staff se aparca frente a un edificio de muy buena pinta, llamando la atención total de Jung Kook.
—Hemos llegado, señor. Puede subir a su habitación —le entrega unos papeles donde venía información del edifico y demás—, en una hora sus demás pertenencias serán traídas.
Es lo último que el chico le dice, para después bajar del auto con sus cosas y verlo marcharse.
Se adentra en el edificio, arrastrando las dos maletas que llevaba con él, donde solo lleva alguna de su ropa; la que falta viene en el camión de mudanza. En el elevador presiona el botón que lleva al piso donde se supone que está su departamento, y cuando llega, camina buscando la puerta que tenga el número del que será su nuevo hogar.
Sólo que, antes de llegar, una de las puertas se abre y sale el dueño del departamento; al cerrar la puerta, su vista se levanta e inevitablemente se encuentra con la de Jung Kook.
—¿Otra vez tú? —Dice Yoon Gi, sorprendido al igual que el otro, mirando las maletas que trae arrastrando después—. Oh... ¿tú eres el que se muda a lado?
«¡Maldita sea contigo, So Jun!» piensa Jung Kook.
—Iba, ahora mismo me mudo a otro edificio —saca su teléfono, dispuesto a marcarle a su mánager que últimamente lo estresa demasiado.
—Suerte con eso —le dice Yoon Gi, burlón, comenzando a caminar.
—¿A qué te refieres?
—Estamos en Corea del Sur, en Seúl peor aún; te costará una vida encontrar otro edificio libre. El que vivía donde tú te mudarás no tiene ni tres días que terminó de sacar sus cosas de ahí, así de rápido se rentan los departamentos en esta ciudad.
