[El famoso club de fotografía pronto se llevara la sorpresa de que la escuela comienza a aceptar chicas y una sin querer llega al club.
¿Tendrá la misma reacción que Tono al enterarse realmente de que se trata el club?
¿Cómo reaccionaran los chicos...
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— Espero que tengas suficiente espacio en ese closet Reiko-chan.
No quiso admitirlo, pero, aunque su closet era pequeño si contaba con el espacio suficiente para que por lo menos dos personas entraran.
— Solo gira esa botella.
— Veo que alguien está entusiasmada.
Se rió de ella levemente mientras giro aquella botella de plástico.
Poco a poco la velocidad de la botella iba disminuyendo, unos la observaban ansiosos y otros nerviosos.
Cuando por fin esta se detuvo apuntando a la pequeña Reiko y a...
𝐓𝐨𝐨𝐫𝐮 𝐅𝐮𝐣𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢
No había manera de describir el nivel de nerviosismo del pelinegro al momento de ver que los extremos de la botella se detuvieron justamente en aquella hermosa chica y a su persona, le tomo varios segundos asimilar que realmente a la persona que apuntaba era a él.
¿Cómo era posible?, de verdad de todos los chicos que se encontraban ahí, ¿él tenía la suerte de compartir unos sagrados minutos con Reiko en ese closet?, no se creía digno de tal privilegio.
— Bebé, ¿Estas bien?
Decidió preguntar la chica al verlo tan sumergido en sus pensamientos, sabia que algo así podría pasar, conociéndolo era normal que reaccionara de esa manera, pero le comenzó a preocupar al verlo tan afligido, solo se esperaba que estuviera sumamente nervioso.
— Vaya, que envidia.
Soltó de la nada Yacchan, no estaba desesperado por pasar algún tiempo con la chica, pero, si le hubiera tocado no se negaría para nada, al contrario, estaría muy agradecido por eso.
— ¡Joder!
Grito frustrado Tamura por el resultado, era muy decepcionante para él, ya se imaginaba cientos de cosas que podría hacerle a ella ahí adentro, y ver que Tooru no se movía para nada lo irritaba de sobremanera, en su lugar ya hubiera metido a la chica ahí adentro sin perder ni un segundo.
— Oye bastardo, sino te vas a mover, yo con gusto puedo tomar tu lugar.
Iba a tomarlo del hombro y zarandearlo un poco, solo para ver si así reaccionaba, pero la mano de la chica no se lo permitió, Yui al notar la mirada que le dedicaba, una para nada linda por el insulto hacia el pelinegro, retiro su mano más molesto de lo que ya se encontraba.
Porque Tamura en verdad no entendía el cariño que Reiko sentía hacia Tooru, digamos que se encontraba celoso por esa atención.
— Bebé.
Lo volvió a llamar esta vez poniéndose a su altura, ya que, como todos, se encontraba sentado en el piso de aquella habitación.
El pelinegro tenía su mirada agachada, por lo cual opto por acariciarle un poco el cabello con mucha delicadeza para así tranquilizarlo, pero al momento de sentir su tacto solo volvía a estar tenso.
