Abril del 122
-Éste día es muy importante en la historia de la familia Astaroth, pues precisamente hoy, mi hijo menor, a la corta edad de 22 años es nombrado Jefe del Departamento de Ciencias de la nación, le pido por favor que uno de mis más grandes orgullos pase al frente a decir unas palabras-.
Mi padre, al terminar de hablar, me tendió la mano invitándome a acompañarlo al frente, y yo, obviamente gustoso me acerque y tomé su mano, preparándome para recibir los aplausos que merezco. Levanté las manos para callarlos y comencé mi discurso.
-Gracias por los aplausos. Desde que tengo memoria, sólo he tenido un propósito en mente: ser el mejor en todo, por lo tanto, algo que rechazo, es la mediocridad, por eso, ahora que soy el jefe no permitiré que ésta prestigiosa área decaiga. Seremos los número uno, y todo aquel que se atreva a competir con nosotros será totalmente devorado y esa es mi última palabra- apenas terminé y tal como esperaba, todos se levantaron de sus asientos y empezaron a vitorearme, aunque no distinguí si era porque les gustó mi discurso o por miedo.
A mis espaldas se encontraba toda mi familia, quienes no desperdiciaron ni un segundo para felicitarme. El primero fue mi hermano mayor, Rhett quien comenzó a usar la voz infantil que siempre usa conmigo y pellizcando mis mejillas empezó a burlarse.
–Pero miren a mi bebecito que ahora es una personita muy importante- en seguida, mi padre lo apartó de mí.
-Deja al bebé en paz- dijo con el mismo tono de burla.
Mi hermana interrumpió con un carraspeo y me dio un abrazo –felicidades, Draven- pensé: por fin, alguien que me trataba como adulto, pero tal vez lo hice demasiado pronto, pues ella continuó con el mismo tono que los otros dos - ya le tocaba al bebé tener un puesto de poder- .
-Ya déjenme en paz- dije algo molesto –mejor voy a recibir felicitaciones de gente más adulta- esto hizo que todos estallaran en carcajadas.
Bajé del escenario para recibir las felicitaciones de los titanes de otras empresas. Llegó el líder de los Cimiere, otra familia que puede que le llegue a los talones a la mía.
-No cabe duda que le ha hecho honor a su apellido, no esperábamos menos, seguro hará un gran trabajo-.
-Muchas gracias por su cumplido, pero en realidad, hasta el día de hoy ya lo he hecho, y pretendo seguir así-.
El se rió descaradamente como si hubiera contado un chiste. Comencé a enojarme por su insolencia pero antes de que pudiera decir algo, alguien me tocó el hombro, lo que me hizo darme la vuelta.
Era Logan Paimon, el líder del clan Paimon y padre de Xena, mi supuesta prometida y de Killiam, quien al verme enseguida me sonrió, como lo hace siempre que me ve.
-Draven, felicidades muchacho, desde pequeño mostraste aptitudes de liderazgo y ahora tienes el puesto que mereces, aunque conociéndote, no creo que te conformes con esto- al fin alguien que me felicita sinceramente y no trata de adularme por mi nuevo puesto.
-Muchas gracias, señor Paimon, siempre es un placer escucharlo y veo que me conoce muy bien-.
-Pues te conozco desde pequeño y ya eres casi parte de la familia- en seguida hizo un ademán para que sus hijos se acercaran a felicitarme.
La primera en acercarse fue Xena, una joven de 19 años bastante agraciada, que a pesar de ser mi futura esposa y de todos los atributos que poseía, no lograba captar mi atención y parecía que el sentimiento era mutuo.
Ella se me acercó y me abrazó -Enhorabuena por tu logro- .
Respondí al abrazo –muchas gracias Xena-.
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EL NUEVO MUNDO "La era de Bast"
General FictionDe la trágica tercera Guerra Mundial, surgió una nación, un nuevo mundo aislado de la ruina del exterior el cual se rige de una manera poco convencional. El calendario comenzó a contar desde su fundación. La familia Astaroth es el corazón de la nac...