Capitulo 4 "Protege lo que amas"

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El elevador se detuvo en el piso de mi oficina.

-¡Hola a todo el mundo, ya llegó Rhett!- grite en cuanto las puertas se abrieron, en seguida unos cuantos me sonrieron amigablemente y devolvieron el saludo, tal vez el resto no lo hizo por respeto a mi cargo pues soy su jefe... no es justo, a la presidenta si la saludan.

Al acercarme a mi oficina, me di cuenta de que ya había alguien ahí, cuando entré vi a Killiam sentado sobre el escritorio con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

-Hasta que por fin llegas- Su tono de voz me hizo sentir como un niño pequeño al que están regañando, por lo que sólo subí los brazos en señal de rendición.

-Yo no fui y si fui no fue mi intención- .

-¿No fue tu intención llegar media hora tarde?-.

Me pensé la respuesta un momento pero sólo se me ocurrió decir:

-No-.

-Rhett...- dijo un poco molesto.

-No puedes comprobar nada...además los horarios de la oficina me confunden mucho-.

Soltó una leve risa, ahora ya no estaba molesto, más bien un poco confundido.

-No sé que se te complica, siempre tienes el mismo horario...-.

-No es cierto, ayer jueves entré a las 8:00 y hoy viernes entré a las 8:30...-.

-¡Pues por eso! ¡Llegaste tarde! Y hoy es lunes, ayer fue domingo... ¡y ni viniste a trabajar!-.

-Espera... ¿trabajamos los domingos? Yo no sabía... ¿Por qué nadie me dijo? ¿Es porque soy nuevo?-.

Killiam soltó una gran carcajada.

-Llevas cinco años trabajando aquí...-.

-Ah, ¿Es porque soy viejo?-.

-Olvídalo, de hoy en adelante yo pasaré por ti a tu casa...-.

-Uy...- dije con voz cantarina- parece que alguien quiere ver a mi hermanito...-.

-Uy...- imitó mi tono de voz –parece que alguien me dio otra razón para ir-

Ambos nos unimos en una carcajada, pero ésta no duró mucho, pues entro mi asistente y por su cara, no traía buenas noticias.

-Buenos días, señor Astaroth, buenos días, señor Paimon- ambos respondimos al saludo y con un gesto le indiqué que siguiera hablando- Lamento interrumpir pero se activó la alerta del secuestro de un menor en proceso, ya se habilitaron las unidades de ayuda y el GPS con la dirección, todos esperan atentamente sus ordenes, oficial Astaroth, listos para proceder-.

-Entonces a trabajar, hoy será un largo día-.

De regreso a la estación iba mirando por la ventana del auto como algunos edificios se perdían entre la oscuridad de la noche, algunos se distinguían con mayor facilidad que otros por las luces que les adornaban, Killiam manejaba y de vez en cuando me lanzaba miradas discretas para ver cómo me encontraba, de repente se detuvo en un semáforo al lado de un parque y entre los columpios vi un grupo de niños que estaban jugando.

-¡Rhett! ¡Rhett! ¿Me estas escuchando?- dijo Killiam con un tono impaciente.

-¿Qué?...a perdón estoy un poco distraído.

-¿Estás bien? ¿Quieres hablar de lo que paso hoy?-.

-Pues ya no me acabaste de decir si trabajamos los domingos- intente decir como si todo estuviera bien.

-Oye, sabes que no tienes que fingir conmigo ¿Estás bien?-.

-Ahorita no quiero hablar de eso-.

EL NUEVO MUNDO     "La era de Bast"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora