Capítulo 1: Mi retorno

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-Entonces, ese es mi último regalo.

Una voz suena de repente en lo alto del cielo y, con una voz ronca, empieza a murmurar cosas inexplicables.

-Tú...una forma...otra...morir...¡morir!

De la nada se empieza a formar un vórtice inmenso y de allí sale una tumulto amorfo que empieza a tomar forma.

Si alguien le da un vistazo a lo alto del cielo, entonces vera como se forman pedazos de tira. Si se mira muy de cerca, entonces se vera que eso son nervios. Luego empiezan a salir trozos de carne que van formando músculos. Entonces se empieza a formar desde el vacio huesos, tendones, articulaciones y salen de repente tejidos y órganos.

De forma inesperada, a ese pedazo de musculatura le sale pedazos de piel por todos lados, y se va formando poco a poco la forma de un hombre.

Era joven, de más o menos unos dieseis o diecisiete años. Tiene la piel blanca lechosa, suave y parecido a la de una mujer pero se le notaba un bulto en su entrepierna. Claramente era un hombre, sin embargo, inexplicablemente tenía un suave toque de feminidad. Si aprietas un poco de la piel de la cara suavemente, entonces sentirás los dedos un poco húmedos. Su rostro mostraba la belleza y masculinidad de un hombre.

Era simplemente el sueño de todo hombre, piel suave y clara, torso duro y musculoso, piernas elásticas y apretadas.

Sin embargo, el rostro del joven estaba totalmente desproporcionado de sangre. Tenía el rostro ceniciento y en sus ojos mostraba desesperación. Con una voz difusa por el miedo y con un grito horrorizado, exclama.

-¡Tú...! No lo hagas. ¡No me puedes dejar así!

-Ya lo hice.

Una voz estruendosa y maligna suena desde lo alto del cielo. La voz estaba claramente burlándose del joven. De repente, la voz se empieza a reír maniaticamente.

Los labios del joven estaban fruncidos en pánico. Sus cejas estaban temblando rápidamente.

-¡No...!

Entonces, el joven empieza a sollozar mientras caía.

De la nada, una luz brillante iluminó todo lo alto del cielo. Lo podrías confundir fácilmente con un pequeño sol en miniatura. Extrañamente podrías carbonizarte por la alta temperatura al mirarlo fijamente. Si le echabas un vistazo, entonces podrías quedar ciego.

El rayo de luz apareció y desapareció en un parpadeo. Entonces, en un pequeño bosque un haz de luz volvió a aparecer y de allí salió disparado el joven, que seguía llorando y, maldiciéndose, se tumba en el suelo.

El joven se quedó postrado en el suelo frío durante mucho tiempo.

De repente el joven dejo de llorar y se levantó lentamente. Su garganta estaba rígida, no podía hablar, y salía de ella ruidos extraños. Entonces, tanto tiempo como estuvo tirado en el suelo, comienza a buscar el pequeño ruido que provenía desde lo profundo del bosque.

Así, el joven camino y camino sin parar durante todo el día.

El joven encuentra un río que fluía desde una quebrada en lo alto de una montaña. Lo observa, y se da cuenta que podia ver su reflejo en el. Se observa fijamente y luego abre la boca de par en par. Su rostro habia cambiado, estaba inesperadamente guapo. Depues de mirar su reflejo durante mucho tiempo, comienza a beber de el. El joven sabía que podría ser fatal para él, pero no le importó y siguió bebiendo. Luego de un tiempo se detiene y comenzó a caminar río abajo, esperando encontrar a alguien o a algo para poder alimentarse. Desde que apareció en lo profundo del bosque, hasta encontrar el río, habían pasado seis días, que para el joven le pareció mucho tiempo.

Luego de pensar y despues de haber caminado sin descansar durante horas, comienza a declinar y a agotarse.

Su rostro estaba pálido. Su estómago retumbó. El joven camino inestablemente hasta que se derrumbó.

*******

A un cazador que pasaba por ahí para recoger agua se le iluminó el rostro al divisar entre la niebla mañanera una figura vaga que estaba tirada en el suelo.

Con pasos ligeros y turbios, camino hasta su presa. Entonces, de repente se da un gran susto al ver que se trataba de un joven medio famélico, con el rostro delgado y sombrío, mirándolo desde el suelo.

-¡Mierda, chico me has dado un susto de muerte!

El joven no respondió. No tenia la energía para hacerlo. En el rostro del joven había una mueca de autodesprecio y desesperación.

Cuando el cazador apareció, inclino la cabeza al divisar una sombra que se levantaba desde el frente. En ese momento sintió terror, pensando que había atraído a una bestia y que iba a ser un gran banquete para ella.

Luego de observar durante un tiempo, logra escuchar como un murmullo unas cuantas palabras que no logra entender.

El cazador se inclino, y luego de cargar en su hombro al muchacho, echa a correr a lo profundo del bosque.

*******

En lo profundo del bosque se encuentra una pequeña cabaña que echaba humo desde la chimenea en lo alto de este. En el interior de la cabaña se encuentran dos personas, un hombre joven y apuesto, y uno viejo y gordo.

Luego de llevar al joven a su cabaña, el cazador comienza a preparar comida para el. Claramente notando la desnutrición del joven. Entonces prepara un gran tazón de líquido con gachas de avena. Se lo da lentamente al joven desnutrido. Después de alimentarlo lo levantó y lo puso en sus sábanas.

El cazador también dormía en el suelo, pero se cubría con sábanas y así se mantuvo sin frío durante los tres meses de estadía. Del bosque venían sonido de aves cantando y de venados corriendo entre la maleza.

Después de esperar durante doce horas, matando el tiempo cazando y recogiendo agua del río, le preguntó al joven que ya se había despertado.

-¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?

El joven con el rostro sombrío se le quedó mirando sin decir una palabra. Después de esperar durante mucho tiempo, el joven le agradece muy lentamente,

-Jajaja, al parecer no hablas...

El cazador con un grito apaga el sonido que salió desde el joven. Al sentir que había dicho algo, y al no escucharlo, lo despide y exclama:

-Me llamó Beto Ben. No te confundas, es Beto y luego el Ben... Bueno sólo llámame Beto.

El joven se le quedó mirando con una rigida expresión en el rostro, pero logra suprimirla y le sonríe al cazador.

El cazador confunde su expresión y le dijo rápidamente:

-Muchacho, me llamó Beto ¿bien?.

Le da una mirada medio vacilante y medio apremiante. Claramente estaba nervioso de que se confunda.

El joven, con una expresión vacía, le dice:

-Yo me llamó Ben.

Entonces, fue el turno de a Beto de extrañarse y sentirse aturdido.

-Tú... Jajaja, muchacho no te sigas burlando de mí...

Se detiene al ver que le miraba de una forma extraña.

-Me llamó Ben.

El cazador se quedo estupefacto en el acto y con un estremecimiento, logra forzar una sonrisa.

-Vaya, el mundo es muy pequeño ¿no?

Ben, I am the futureWhere stories live. Discover now