•01-08: Fresas•

566 64 15
                                    

Advertencias: Universo Sin Quirk, Bakugo Chef.
Cantidad: 2011 palabras. Sin contar advertencias o nota de autor.
¿KiriBaku o BakuShima?: Sin interacción sexual, solo son dos idiotas amándose.
Título: Calor, Fresas-rosas y Amor.

———————————

El calor del ambiente le sofocaba y emocionaba a la misma magnitud, su muñeca le ardía y dolía debido al constante movimiento del cual formaba parte. El sudor bajaba por su espalda y frente, sintiéndolo frío en comparación a la alta temperatura de su cuerpo, provocándole escalofríos. Pudo respirar en paz cuando el duro golpe de la puerta del refrigerador al ser cerrada retumbó en sus oídos.

Revisó que el cronómetro llevara el tiempo correctamente, no dejaría pasar ni un maldito segundo de más por error de un estúpido aparato.

Después de lavarse las manos, se sentó de golpe frente a la mesa, jadeando exhausto por el continuo movimiento y calor al que fue expuesto.

Pensando en lo que faltaba por hacer, no se percató de los pasos que se acercaban a su espalda.

Los aperitivos y la entrada están emplatados enumeraba en su mente el rubio tratando de regular su respiración—. Las dos últimas muestras de postre estarán listas en media hora. Podré bañarme, vestirme y terminar con los cócteles pendientes. Maldición, aún faltaba la decoración de los jodidos postres —gruñó jalando sus cabellos frustrado—.

Katsuki Bakugo era, sin lugar a dudas, el mejor cocinero del restaurante "Yūei Kōkō", siendo únicamente retado por Rikido Sato y sus dulces postres de ensueño. Al ser el cocinero más galardonado de su generación, se le dió la oportunidad de diseñar desde cero el menú que se usaría en esa temporada, motivo por el cual su mesa estaba repleta de diferentes platos, incluyendo guarniciones, platos fuertes, ensaladas y diferentes postres —que a pesar de que no eran su especialidad, se veían de puta maravilla—, faltando solo dos para llenarla por completo.

Revisando en una libreta que todo lo planeado estuviera en su lugar, a pesar de que su acción requería de su completa atención, sintió como un cuerpo de porte similar al suyo se sentaba a sus espaldas, desvió la mirada a sus piernas y al ver que éstas eran acompañadas por otro par le dio la seguridad suficiente para inclinarse hacia atrás, recargando su espalda en el amplio pecho de su acompañante.

— Estas muy tenso, cariño —le susurró contra la piel de su cuello su pareja y compañero de piso, haciendo que un pequeño escalofrío le recorriera el cuerpo— ¿Quieres un masaje?

— No tengo tiempo para esas... Mierdas...

La última palabra salió de sus labios a modo de un suspiro. Kirishima había puesto ambas manos en los hombros del cenizo, masajeando con algo de fuerza la zona con ayuda de sus pulgares. Su cuerpo reaccionó ante las  frías manos del pelirrojo contra su piel caliente, llevándolo a temblar gustoso por el cambio de temperatura que recibió la piel descubierta de sus hombros y cuello.

— Katsuki —le llamó el pelirrojo, recibiendo un gruñido que le hacía saber que era escuchado— ¿Sabes qué te vendría bien además de un masaje?

— Un maldito descanso —habló entre gruñidos el mayor.

— No, bueno, quizás un poco —la risa del pelirrojo hizo al otro sonreír ligeramente—. Te vendrían bien unos buenos besotes.

Antes de poder contradecir sus palabras el cuello y hombros del rubio fueron llenados de fugaces besos mientras su cintura era abrazada por los fuertes brazos del teñido. Los besos y caricias en su piel descubierta provocaba cosquillas en su ser, haciéndolo contener vagamente carcajadas que no tardaron mucho en brotar de su garganta hasta salir de sus labios.

❏ ¨̮ 𝑲𝒊𝒓𝒊𝑩𝒂𝒌𝒖𝑴𝒐𝒏𝒕𝒉༊ ❲²⁰²⁰❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora