El cello

6 0 0
                                    

Todo en este sitio es demasiado extraño, hay demasiados lujos, está todo muy bien cuidado y aunque es enorme, no veo indicios de que viva alguien más aquí aparte de la ama de llaves y los dos hombres. La ropa está acomodada y es muy extraño que haya exactamente la ropa para un niño y un hombre mayor, parece preparado. Mi hijo intenta tomar una manzana de aquellos platillos que están preparados para nosotros en la mesa.

-No lo hagas, Ed, recuerda que no podemos tocar nada hasta que Esben llegue- le digo

-Padre, pero es que tengo demasiada hambre y no aguanto mucho más

-Lo sé, hijo, pero hazme caso, no podemos tocar nada hasta que llegue Esben.

Un poco enojado, Edmund saca de su pequeña maleta sus soldados para jugar mientras esperamos. Es todo bastante complejo de entender, nuestras cosas ya están aquí y en ningún momento vi subir a los hombres hasta este cuarto.

-Qué es lo que tanto te preocupa?- aparece de nuevo en mi espalda Esben y me asusta.

-Nada, sólo todo es demasiado difícil de entender para mí. No sé porqué usted se decidió a ayudarnos, no sé porqué nos trajo aquí, no sé quién es usted ni las personas que trabajan aquí.-estoy muy asustado

-Esas preguntas no te dejarán dormir esta noche y créeme, necesitarás descansar. En un par de días es el baile y te esperan para tocar. Recuerda que debes terminar el cello para entonces- me dice con un tono de voz amenazante.- Ahora, por favor tomen un baño tú y tu hijo, pueden cenar después de eso, te esperaré aquí. 


El CelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora