Capitulo 1: «PEQUEÑO GRAN PROBLEMA»

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Ya había pasado tiempo desde el festival deportivo, y debido a los recientes ataques de la liga de villanos a UA, se había preparado un plan de dormitorios, para proteger a los futuros héroes.

Todos debieron aprender a convivir juntos, para muchos fue fácil, pero para otros como Katsuki Bakugou erá insoportable. Ya llevaban dos semanas así y todos comenzaban a acomodarse como se debe.

Era jueves y Aizawa-sensei, les había advertido que el próximo día no podían faltar o llegar tarde, les advirtió el para después meterse en ése saco de dormir que parece un costal de papas.

Todos salieron del salón dirigiéndose a los dormitorios, una contenta Uraraka se unía junto a sus amigos y compañeros Lida y Deku. Al llegar a los dormitorios, uraraka decidió ir a su habitación, estaba pensando en entrenar de noche como siempre lo hacía.

Y así fue Uraraka, salio del lugar intentando hacer el menor ruido posible, no quería que ni Earphone la escuchara, ya afuera comenzó a entrenar como siempre, utilizaba su quirk para flotar sobre las copas de los árboles intentando mantener la firmeza.

...

Caía ya la media noche y un Bakugou irritado y acalorado, se encontraba en la sala de estar tomando un vaso de agua, tan molesto como siempre, pero esta molestia se debía a que no podía solucionar su "pequeño gran problema".

...

Uraraka, se resistía al cansancio, pero perdió la concentración por un instante y callo sobre las copa de uno de los árboles, ella al intentar bajarse, dejo clavada su camisa en una de las ramas, dejando ver aquellos redondos y sedosos pechos con ésos botones rosados y suaves. Ella no había querido utilizar sostén, para mas comodidad, pero nunca imagino que esto pasaría.

Bakugou decidió salir al aire helado de la noche, para calmar el calor que sentía su cuerpo. Al mismo tiempo Uraraka se armaba de valor, para entrar, dejando ver parte de su dotado cuerpo, pensando que a estas horas nadie debe estar despierto.

Ella abrió la puerta pero alguien había echo lo mismo, al momento en que sus miradas se encontraron, la vergüenza se hizo notar, pero al destino le encanta jugar, que un paso en falso, hizo aquella incómoda situación a un peor.

Bakugou había caído encima de ella, sintiendo el tacto de sus bultuosos pechos bajo la tela de su camiseta, y aquella situación agravó su pequeño gran problema, haciendo que su zona masculina perdiera el control de la situación, dejo de pensar con la cabeza, y pensó con sus hormonas. Se acercó al cuello de Uraraka, y deposito un beso acompañado de un mordisco haciendo que la fémina gimiera levemente, Uraraka estaba roja como tomate, apunto de explotar como bomba nuclear. Bakugou se percató de lo que hacia y volvió a pensar con la cabeza, se levantó de ella y se fue dejando en el aire un -Thc-, seria de frustración o por algo más.

Uraraka no cabía del asombro y lo que le hizo sentir Bakugou en ése momento, había sido una experiencia nueva jamás vivida, pero decidió volver a su habitación, y ponerse ropa para descansar, aunque su mente no podía dejar de pensar en la acción de Bakugou, ella había dejado que el viera sus pechos, un sonrojo se hizo notar, tanta era la emoción que ella deposito un chillido bajo la almohada.

...Al día siguiente...

Era viernes y todos estaban emocionados por que era el ultimo dia de la semana que debían ir a clases. Pero para una Uraraka que se miraba en el espejo, aplicando maquillaje a la marca que le dejo el Bakugou, era una tortura, no quería encontrarse con el, era obvio después de lo sucedido. Respiró y exhalo, tranquilizando así un poco sus nervios de no querer ver al Bakugo.

Uraraka bajaba las escaleras a toda prisa, pues de tanto pensar se le había echo tardé, corrió como nunca antes para llegar aunque fueran segundos antes que Aizawa-sensei.

Gracias a dios lo logro pero la vista de todos caía sobre ella, pues no es de las que llega tarde, entro al salón y miro de reojo el asiento de Bakugou, pero jamás se espero encontrarse nuevamente con esa mirada, carmesí, aunque solo fue un instante, fué suficiente para crear un sonrojado plus ultra.

—Buen día, jóvenes—, decía un Aizawa-sensei con la mirada perdida como siempre, comenzó a dar su clase, pasados los minutos la campana que anuncia el receso sonó. Antes de que todos salieran Aizawa-sensei les informo que se vistieran con sus trajes de héroes, según para ajustar algunas modificaciones, todos asintieron dejando aquél salón.

En el comedor Uraraka estaba sentada junto a Deku, Lida y Tsuyu. Ellos conversaban sobre las clases y todas ésas cosas, pero Uraraka estaba perdida en el mundo Bakugou, el estaba sentado junto a Kirishima, el único que hablaba era el y Bakugou solo insultaba cada frase que el mencionaba.

—Uraraka-San, quisieras hacerle algún cambio a tu traje—, decía un Lida moviendo sus gafas, pero ella no respondió estaba tan aferrada a los pensamientos de la noche pasada.

—Te sientes bien, gero, Uraraka-San—, decía la chica rana tomando su mentón, y mirando directamente a su amiga. En ése momento Uraraka volvió en sí, dándose cuenta que el chico explosivo se había apoderado de sus pensamiento, ya no lo soportaba tenia que contárselo a alguien.

Uraraka salto del asiento tomando a Tsuyu de la mano y llevándola al patio del edificio, ahí le contaría lo pasado con Bakugou, pero tan maldita erá la vida que la campana sonó y no tubo oportunidad de contarle a su amiga, lo sucedido.

...

Todos se dirigían a los vestidores, para ponerse sus trajes de héroes, pero un Mineta pervertido y astuto en cosas de ver pantys, había planeado un plan para espiar a las chicas, lo ejecutará junto a Kaminari, Sero y también Kirishima. El plan era simple Kirishima endureceria uno de sus dedos para traspasar la pared y hacer un agujero para espiar a las chicas.

Los demás solo los miraban con risas o indiferencia, y otros los apoyaban. Ellos habían logrado su objetivo, el primero en ver fue Sero, seguido por Kaminari, después Kirishima y por último Mineta que observaba hasta el más mínimo detalle, y cuando dirigió su mirada al Urarakacuerpo hizo un poco de zoom pero cuando vio lo vio, casi se le sale el aire al ver la marca que tenia ella en el cuello.

—¿Que pasa? Mineta—, preguntaba un preocupado Kaminari por el estado de su amigo, quien sangraba por la nariz y su boca desbordaba de saliva, y una cara de asombro.

—El Urarakacuerpo ah sido, tiene una m...—, Mineta no pudo terminar la frase por que Bakugo le arranco uno de sus desplegables cabellos y presiono en la boca del Mineta.

—Déjalas en paz, MALDITO HIJO DE PUTA, CON COJONES DEL TAMAÑO DE UNA UVA—, en realidad Bakugou sabia a que se refería Mineta pero no quería que nadie se enterara. El Bakugou salio de los vestidores, dejando a sus compañeros atónitos ante su acción.

Al salir del lugar se encontró con aquella figura que lo había estado molestando, aquel fruto prohibido que deseaba poseer, pero que tenia miedo de lastimar.

.............
CONTINUARA.

UN PAR DE HORMONAS EXPLOSIVAS Y UN TOQUE DE URARAKACUERPO [«KACCHAKO»]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora