Díffame

ｃａｐｉｔｕｌｏ ｔｒｅｓ

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Cabello

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Había pasado un día desde aquel suceso en el baño. Podría decirse que ambos "jóvenes" habían tenido sus dudas en ese tiempo.

Por parte de la chica quien tenía un latente sentido de miedo hacia que aquella aparición solo fuera un charlatán.

La situación del chico era similar, él no sabía cómo exactamente solucionar el hecho de que una chica linda a sus ojos quisiera volverse linda, está simplemente difícil de asimilar para el pequeño. Así que decidió por primera vez en un tiempo, recurrir al viejo y confiable Tsuchigomori-sensei.

— Sensei buenos días —hablo con su risueña sonrisa el castaño—, ¿puedo hacerle una pregunta? ¿Cómo hago que una chica linda crea que es linda?

— ¿Tiene que ver con tus deseos? —ante está pregunta el de ojos ámbar asintió, el mayor soltó un suspiro—  hazla darse cuenta de que es bella, si ella cree que es fea posiblemente no cambie esa perspectiva con solo palabras — al estar sentado cambio de posición quedando frente a frente con su antiguo alumno— inventa una mentira. Dile que tienes algo increíble que hará que sea bella y luego con palabras sutiles dile que siempre fue linda. O bueno haz como tú quieras, honorable siete.

— Gracias, Tsuchigomori-sensei.

Sin más que decir el chico salió de la oficina del maestro con camino al baño de chicas a esperar a su nueva "clienta"

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La chica daba pasos firmes con dirección al baño donde se encontraría nuevamente con aquel singular chico. En su interior nuevamente aquel latido de desconfianza comenzaba.

Entro al baño, encontrando al castaño viendo por la ventana. El sol mañanero se reflejaba en su cabello y una suave brisa lo meneaba. Parecía tan.. vivo, aunque esto no fuera así.

— Uh... hola hanako-kun —susurro mirándolo esperando una reacción de parte del contrario.

— ¡Hola [t/n]-san! —contesto alegremente el ente (el día anterior se habían presentado) — ayer no nos dió tiempo para hablar sobre mi parte del trato. Asi que hoy, aparte de comenzar con tu deseo hablaremos de ello.

Al ver cómo la chica soltaba un ligero “si” continuo.

— He pensado que como tal vez será un proceso que lleve un tiempo —movió sus manos alejándolos de su cuerpo, haciendo referencia a algo grande—  pienso que podrías pagarme con... ¡Tu trabajo!

— ¿Trabajo? ¿De que tipo?

— ¡Como mi asistente! —aplaudió emocionado mientras flotaba alrededor de la chica— siempre he querido una asistente humana.

— Está bien.. Uh ¿Hay algo más que deba saber? —hablo poniendo sus manos detrás de su espalda jugueteando con la tela de su uniforme.

Hanako miro al techo con uno de sus manos en su barbilla, pensando. Pero antes de que pudiera siquiera emitir sonido el timbre había sonado. Con una despedida rápida la chica empezó a correr hacia su aula de clase.

La chica al llegar a su aula con la respiración algo agitada fue observada por algunos de sus compañeros. Bajo la intensa mirada de aquellos ojos que parecían juzgarla se sentó en su lugar, claro que antes se excuso con el maestro.

Mientras hacia garabatos sintió como su cabello era agarrado. Miro hacia atrás, encontrándose con el ente quien jugaba sin ningún descaro con el cabello [c/c] de la chica. EStaba algo sorprendida sin duda pero decidió guardar silencio y sonrió levemente al ver la sonrisa traviesa del chico.

— Sabes tu cabello es muy suave, y ¡muy manipulable! —comenzó a hacer figuras con el cabello de la chica — mira ¡un elefante! —soltó una risilla infantil.

La [c/c] sonrió y miro al frente, tal vez ahora apreciaba a su cabello a un más.

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26 de julio, 2020