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Me despierto antes de que suene la alarma como todos los días, tengo que ir al instituto y después trabajar

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Me despierto antes de que suene la alarma como todos los días, tengo que ir al instituto y después trabajar.

Cómo siempre me baño primero, me lavo los dientes y bajo a limpiar la casa.

Mi abuela ya está muy anciana y lastimablemente tengo que mantenerla segura, gracias a todos esos años que ella me ha mantenido a salvó, aún recuerdo mis días en el orfanato ya esos recuerdos son borrosos por el simple hecho de que los he tratado de borrar de mi mente, apelar de haber estado muy pequeña, los recuerdos de burla entre otras cosas aún seguían rondando mi mente.

Mis sueños me están matando, hay momentos que me levanto asustada, con el corazón latiendome al mil, mientras mi pulso esta acelerado.
Pues en mis sueños aparezco con un vestido ensangrentado y una espada en mi mano en el piso llorando.
No entiendo nada, aunque traté de hacerlo.

Termino de lavar los platos y me seco mis manos, preparo el desayuno y me siento sola a comer pues mi abuela se levanta un poco tarde ya que no tiene muchas energías.

Desayuno con tranquilidad vuelvo arriba me lavo los dientes y lista para marcharme tomo mi bolso. Paso por la habitación de mi abuela.

Abro la puerta después de darle dos golpes.

—Abuela me marcho a la escuela, vengo a las ocho. — dije, al salir cierro la puerta y empiezo a caminar a la parada del bus.

Subo y busco la parte trasera para acomodarme, eran diez largos minutos para llegar al instituto, tomo mi celular y coloco los auriculares y empiezo a ver por la ventana el camino que ya ha sido grabado en mi cabeza.

Set fire to the rain de Adele empieza a sonar, es una de mis canciones favoritas así que le subo todo el volumen.
Al paso de los minutos  termina la canción y se cruza a otra, en total tres canciones sonaron mientras llegaba.

Bajo del bus y empiezo a caminar hacia dentro del instituto, Blair y Nick me están esperando en la puerta, supongo que ansioso por qué en unos meses cumplo mis dieciocho y seguro van a querer llevarme a emborrachar.

En mi instituto soy conocida por mi belleza, pero eso no implica que sea una perra odiosa, creo que soy una combinación de belleza y carisma.
pues según lo que dicen; "Mi belleza no la tiene nadie, y mi humor tampoco".

— Buenos días lindura, ¿Cómo amaneciste? — pregunto Blair mientras hacía una coleta de caballo.

— Más linda y guapa que todos los días, no me ves acaso — dije mientras sonreía.
Aunque es difícil de creer esa chica que es mi amiga, es la única en sacar sonrisas en este rostro. Claro además de Nick.

Pues después de todo, soy un persona muy sociable pero al mismo tiempo no me junto con muchas personas, otros dirían que "con lo linda que soy, tendría a muchos a mis pies, y que me llevaría bien con todos".
Pero después de lo que sucedió creo que prefiero seguir siendo; " Una perra sarcástica". Así como me habían dicho.

La hija de Afrodita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora