Segunda parte 11

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Ethan Gray.

"Tu paz mental es mas importante que cualquier otra cosa o persona" Dijo una vez mi madre.

Ese es el problema, yo no tengo paz ni mental ni de lo que se pueda obtener. Como en estos momentos. Tengo una lucha mental debatiéndose en si seguir con una falsa que tarde o temprano arruinara a Claire, o solo soltarlo y dejarlo pasar.

Ella esta hay, sentada esperando respuestas. Su cabello negro, desde esta distancia puedo ver como caen a su cintura.

Su cintura.

Se todo sobre ella y ni siquiera lo sospecha, o eso creo. Y quiero quedarme con los detalles que ella piensa que están guardados solo para si misma. Desde el momento en que la vi llegar no creí que ella era la "niña" que tanto me comentaron. Se veía mas decidida, capaz de lo que sea. Lastima que por dentro se esta derrumbando como un edificio en demolición. Lastima de que se derrumbara mas con lo que le diga ahora. Sin embargo es lo que necesita ahora, un motor, un motor que la motive y le de la fuerza para seguir con esta misión.

Empieza a mover su pierna derecha en desesperación y decido seguir solo para evitar una de nuestras discusiones:

—Los dirigentes de este edificio y presidentes que nos representan legalmente, todos los años elijen a jóvenes con la edad máxima que es de 17 años—hago una pausa—La mayoría se retiran porque sus padres solo los dejan aquí para castigarlos, se van aunque sea 10 personas todos los años.  Esa es la cantidad de personas que salen a buscar, que estén interesados en todo esto.

Miraba atentamente mis gestos y tenia toda su atención, pero aun estaba desesperada porque valla al grano, así que continuo:

—Buscaron en toda la ciudad... Hasta que llegaron a tu casa—Eso pareció despertarla de su atención y frunció su ceño— Ese día, tu no estabas en casa. Así que interrogamos a tu  madre, Casandra Morgan, no para unirla sino para saber la edad de sus hijos y todos sus datos.—Abrió un poco la boca en sorpresa y confusión—Hasta que llego Caleb. Estaba sumamente interesado en participar. Tu madre al principio no acepto la idea, pero luego se dejo convencer y...

—Un momento...—Susurra como si quisiera convencerse así misma—¿Tu me estas diciendo que caleb... estaba metido en esto? ¿Te estas escuchando, Ethan?

Me llevo las manos a la cabeza, frustrado. ¿Por qué todo es difícil con ella?

—Claire, déjame terminar ¿Esta bien?—No cambio su expresión de horror y melancolía así que me lo tome como un si— Si, Claire. Caleb estuvo como agente del FBI unos meses.

Nadie debería estar acostumbrado a lo bonito. Llega lo malo y te destruye. Tan explosivo como una bomba que ni te convenciste de que algún día estallaría. Así estaba la única joven de los Morgan's, Terminando de destruirse con unas palabras tan simples.

—¿Que...?—Fue lo único que salió de su boca tras unos segundos.

—Él murió en una investigación por protegerlas a tu madre y a ti. Esas notas azules llegaron a este edificio, ordenándonos que no nos metieran en sus planes contigo... así que lo mataron el día de la celebración del triunfo por los jugadores del fútbol, que en realidad era una...

—Misión—Dice, tan bajito que apenas pude escucharlo. Asiento con la cabeza lo que hace que las lagrimas empiecen a correr por sus mejillas.

Se pone de pie e intenta caminar a la puerta tambaleándose un poco. Me pongo de pie rápidamente hasta llegar hasta ella, la tomo del brazo y la giro para quedar frente a frente.

—Claire, ¿Quieres..?

—¡No!—soltó de repente y tan rápido como lo hizo empezó a golpearme el pecho con ambas manos aun con lagrimas en los ojos.—¡No, no! ¡Dime que es mentira! ¡Dímelo, Dímelo, Dímelo!

Siguió golpeándome, golpes que aguante hasta que sus golpes se volvieron mas y mas lentos, rompiendo en sollozos.

—Es mentira, es mentira—Repitió una y otra vez hasta que ceso de golpearme y poso sus manos en mi pecho.

—¿Tranquilizarme?—Pareció recordarse de su enojo y tristeza Y sus ojos obtuvieron todo el dolor que se podía tener—¿Quieres que me tranquilice cuando acabo de enterarme de que mi hermano esta muerto por una maldita misión? Tu si que estas loco, Ethan Gray.

Aprieto los dientes pero trato de tranquilizarme, hasta que las voces empiezan a repetirse esas voces.

Estas loco, Ethan Gray.

Estas loco, Ethan Gray.

Estas loco, Ethan Gray.

—¡No estoy loco!—Dije en voz alta, Inconscientemente tomándola de los hombros y presionándola contra la puerta.

No reaccione hasta que vi la sorpresa y las lagrimas en sus ojos y la solté.

Dure mucho presionándola porque al liberarla mis dedos se quedaron marcados en su piel, casi dejándole marca. Pasaron unos segundos y ninguno dijo nada hasta que sin voltearse abrió la puerta e inmediatamente salió corriendo.

Lo hice de nuevo.

Comienzo a caminar al sillón y me tomo la cabeza con desesperación.

—Eres libre de hacer lo que quieres, pero si tus acciones lastiman a otro, piensa un poco.

Levanto la cabeza al escuchar la voz de mi hermana Helen, salir del armario.

—¿Estas ahí desde que entramos?—Pregunto mirándola curioso.

—Si. No podía perderme este momento.—Se acomoda en otro sillón—Eso fue... Doloroso, Ethan. Eres demasiado directo y frio.

—No debes de estar aquí, Helen, Debes irte.

—Es que me siento extraña ¿Sabes? Como si me estuvieran vigilando.—Empieza a mirar a cada lado de la oficina con nerviosismo.

—Helen. Ya hablamos de esto, nadie te esta mirando a escondidas.

—Tu tampoco me crees, ¿Cierto?

—Claro que te creo, solo te estoy afirmando que no estas sola. Hay mucha gente aquí que te va a proteger si o si.

Asiente con la cabeza suavemente.

—Cuando me pase algo malo, no quiero lagrimas. Porque les avise, varias veces y me ignoraron.

Abrí la boca para hablar pero se puso de pie y camino rápidamente a la puerta y luego salió.

Genial.

Otra persona que se va.

Reviso mi celular y encuentro un mensaje de Laura. 


¿Vienes o que?


Me pongo de pie, saliendo de la oficina al único lugar donde no me joden aunque sea por minutos. Doy el típico recorrido hacia las instalaciones caminando por el enorme pasillo hasta que me detengo en una puerta conocida.

La toco dos veces hasta que la rubia me recibe con una amplia sonrisa.

—Pensé que me ignorarías por estar con..—Hace una pausa y se lleva el dedo a la barbilla pensativa.—¿Clara...?

—Claire—Le recuerdo.—Y solo hablábamos.

—Contigo no se puede simplemente hablar, Ethan.—Sonríe.

Le devuelvo la sonrisa y entro a la habitación, pasándole por un lado.

Incógnita o DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora