Capitulo 15

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Helen G.

Cuando quieras ponerte frente al mundo para verlo mejor, la oscuridad y el horror siempre estarán presentes.

Evoque las palabras de mi madre cuando le pregunte quien la hirió y la golpeo

Por mas que intentes advertir o cambiar la situación de las cosas diciéndole a los demás, no te harán caso, y será ahí en donde atacaran. En el punto lánguido, que vengo siendo yo. Tengo miedo de salir de mi habitación pensando que posiblemente me estén esperando afuera para hacerme daño. Estoy sola, es decir, no estoy con ninguno de los chicos que conozco como Ethan, James, Claire o Eva, todos se fueron a ver a la cabaña de la tía de Claire. Siento como si en cada paso que doy, hay una persona mirándome. Tal vez sea él... talvez en verdad espera que esté descuidada para atacarme.

¿Acaso estoy loca? ¿O es la verdad?

Me resalto por el sonido de la puerta y dejo de darle vueltas a la habitación. El corazón empieza a latirme como si quisiera salirse de mi pecho. Los pensamientos inundan mi cabeza de negatividades y nervios ya que estaba pensando en lo que podría pasarme cuando estoy sola. Con pasos temblorosos me dirijo a la puerta, tomo un jarrón del escritorio y en cuestión de un instante abro la puerta y lo levanto en el aire.

Me tranquilizo un poco cuando veo el rostro pasmado de Laura, mirando el objeto con desconcierto.

—¿Enserio? ¿Un jarrón de flores, Helen?

—¿Qué quieres? —Murmuro de mala gana bajando el jarrón y colocándolo en el escritorio nuevamente.

—Vine a saber cómo estaba mi nuera...—Entra a la habitación y sonríe estúpidamente, como siempre.

—A mi no me llames así, Laura. No quiero nada que ver con contigo.

—Aunque no lo quieras, linda, tienes que aceptar el hecho de que soy la favorita de Ethan.

Se acerca lo suficientemente para quedar delante de mí, quedando unos centímetros que yo.

—Lárgate de aquí—Me irrito y señalo la puerta sin despegar nuestros ojos. No se movió y siguió mirándome con odio y superioridad—¡Vete! ¡No te quiero aquí!

Bufo y se dio la vuelta, pero no para irse, recorrió el lugar con la mirada hasta que se detuvo en un punto fijo. Era una foto en donde estábamos mamá, Ethan y yo. Arreglo su cabello rubio y volvió a sonreír como si hubiera visto algo extraño.

—No estoy aquí para discutir contigo, Helen. —Me encara—El señor Rafael, tu padre, te mando a buscar.

Me estremezco sin que ella pueda notarlo por la mención del nombre.

—No quiero ir.

—No te lo esto preguntando. Es urgente que vallas, es lo que me ordeno.

¿Un padre?

No se lo que es un padre en este tiempo, no creo tener un padre siendo él así.

—Solo sal de mi habitación.

—¿Pero iras de todas formas, cierto?

—¡Si! ¡Ya largo!

Escucho nuevamente su sonrisa y sus pasos cada vez más lejanos, luego no los escucho. Me giro en dirección a la puerta y la veo ahí, parada aun recorriendo la habitación. Nuevamente le iba a protestar, pero se me adelanto:

—¿Sabes? Algún día te saldrás de mi camino todo será más fácil para Ethan, tu padre y yo. —Me miro de arriba abajo—Espero con ansias ese día. Ah, y... Cuidado al salir, no hay nadie afuera porque todos se tomaron un descanso y los otros están en sus habitaciones, nuera.

Incógnita o DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora