The Android | Jiyoo

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Mi mirada recorrió todo el lugar con aburrimiento. Solté un suspiro y masajeé mi sien ante el dolor de cabeza por el bullicio que parecía crecer cada vez más.

-¿No podrías simplemente pedirla por internet?

Dami puso los ojos en blanco. - A diferencia tuya, yo no puedo pagar una pieza nueva, esta es la única forma que tengo para conseguirla.

Estábamos en una especie de compra-venta organizada por el laboratorio donde ambas trabajamos. Dami necesitaba con urgencia una pieza para Gahyeon, su última y mejor androide.

-¡Esa es la que necesito! - Sin esperar respuesta, avanzó hasta el puesto donde se encontraba la tan ansiada pieza.

Me quedé en mi lugar. De ninguna manera me iba a meter entre tanta gente. Con aburrimiento miré a mis alrededores, deteniéndome a ver un puesto donde - lo que yo deduje era una androide - se hallaba en exhibición. La observé con atención, le faltaban las dos piernas y una mano, parecía vieja y muy desgastada, como si estuviera hecha con tecnologías un tanto anticuadas. Me sorprendí al ver sus ojos abiertos, al parecer no estaba apagada. Su cara parecía esculpida por dioses, algo normal para una androide. Sin embargo, sus ojos mostraban un terror muy fuerte, como si temiera ser herida. Algo me hizo avanzar hasta estar lo suficientemente cerca para escuchar a los científicos de alrededor charlar acerca de esa androide.

-No vale la pena, está destrozada.

-Piénsalo, con esa cara podríamos convertirla en una acompañante o algo así.

Mi ceño se frunció al escuchar esas últimas palabras, y sin pensarlo lo suficiente, actué con impulso.

- Me la voy a llevar.

El vendedor alzó su mirada y se sorprendió al reconocerme.

- Señorita Kim, que sorpresa verla aquí. - miró a la androide que había pedido y su mirada mostró una gran confusión. - ¿Está segura? Su estado es deplorable y no funciona bien, ni siquiera he podido apagarla y no ha dicho ni una palabra desde que la encontré en una chatarrería.

La observé con atención. Sus ojos estaban fijos en los míos y parecía haber un brillo en ellos, como si yo fuera su salvación. Aunque debía estar confundida, ella era una androide, después de todo.

- Estoy segura.

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Sentí la mirada curiosa de Dami.

-¿Compraste un androide?

Me encogí de hombros.- No tiene importancia, sólo me dio curiosidad porque no reconozco la tecnología que usaron para armarla.

Se quedó unos segundos mirando a la androide, la cual estaba "sentada" en el asiento de atrás. Suspiró y se abrochó el cinturón, para encender el auto y comenzar a manejar.

Me perdí en mis pensamientos, preguntándome por qué había decidido comprarla. Tengo muchísimo trabajo por hacer, y no hay manera de que use mis días libres para trabajar en algo tan inútil como lo es esta androide vieja y destrozada.

Pero luego recordé su mirada, que parecía rogar por ayuda y esconder algo muy profundo.

Suspiré. Le arreglaría las piernas y mano. Quizás pueda dejarla en casa cuidando de Cherry cuando me ausento y me ayude con las tareas del hogar.

Nunca había tenido una androide. Me gusta separar mi trabajo de mi vida personal, ya que evita que me agobie.

-¿Te ayudo a subirla?

ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ | ᴅʀᴇᴀᴍᴄᴀᴛᴄʜᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora