Love Myself | Suayeon

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Siempre había amado a Bora.

Ella fue la luz que iluminó mi camino, la persona que me ayudó a crecer, la persona que me hizo feliz.

Amaba su forma de ser, siempre tan segura de sí misma, siempre teniendo en claro sus deseos e ideales y siempre luchando por ellos como una guerrera.

Amaba la forma en la que se reía, y amaba aún más que entendiera mi sentido del humor. Amaba que se riera de la más mínima tontería que yo decía.

Amaba la manera en la que apoyaba su cabeza en mi hombro cuando estaba cansada, y el silencio que nos acompañaba en esos momentos. Porque nos entendíamos tan bien que a veces las palabras sobraban.

Amaba la pasión que emanaba de ella al bailar, y cómo sus ojos se iluminaban cada vez que hablábamos de sus presentaciones.

Amaba cómo su pequeña mano tomaba la mía y ella se pegaba a mi cuerpo tratando de conseguir un poco de calor en los días fríos que solía haber en Seúl.

Amaba esos fines de semana en los que estábamos demasiado cansadas para siquiera salir de la cama, por lo que pasábamos horas acostadas viendo series o películas. O simplemente mirándonos fijo disfrutando la compañía de la otra.

La amaba a ella. Amaba todo lo que ella representaba, todo lo que ella era.

La conocía tan bien que podría decir lo que pensaba con tan sólo ver la expresión de su rostro o la tensión de su cuerpo.

Y es por ello que la perdoné por enojarse el día que la rechacé. Porque la amaba y la entendía, y sabía que ella no me entendería a mí. No en ese momento.

No cuando ella pasaba horas admirándome, repitiendo una y otra vez lo hermosa que yo era, lo bien que cantaba, cuán melodiosa era mi risa, lo bien que se sentía conmigo.

No cuando ella era la que me ayudó en más de una ocasión a salir del mismísimo infierno. No cuando ella era mi ángel, que me cuidaba absolutamente todo el tiempo, cerciorándose de que no me falte nada, de que siempre haya una sonrisa en mi rostro.

Y a lo largo de los años fui creyendo que ella era todo lo que necesitaba. Pero estaba tan equivocada.

Me necesitaba a mí.

Porque yo la amaba a ella con toda mi alma, y ella me amaba a mí, casi con la misma intensidad que yo lo hacía. Y lo sabía. Jamás dudaría de ello.

Entonces, ¿cuál era el problema?

Que yo no me amaba a mí.

¿Cómo sería capaz de amar y cuidar a otra persona, cuando ni siquiera podía hacerlo conmigo misma?

Necesitaba aprender a amarme, y para ello necesitaba alejarme de ella.

Porque para amarla como corresponde necesitaba aprender a vivir sin ella. Porque no debía hacer de ella mi todo, sino de ambas.

Porque necesitaba entender que me merecía su amor, que merecía ser feliz.

Y con ese propósito partí a mi hogar, a Daegu. Esperando poder aprender a amarme.

ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ | ᴅʀᴇᴀᴍᴄᴀᴛᴄʜᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora