Mafioso |h.s|

No quiero que me odies

Capítulo 12

- ¡Diablos, Matt! Por poco me da algo -le dije una vez estuvimos en mi habitación.

-Lo siento, ¿ya me dirás que hacías espiando a Thom?

-No lo espiaba... Oh sí, pero es que -hice una pausa -. Thom ha estado muy raro estos últimos días...

-Sí, lo he notado. Pero, ¿qué hacías espiándolo?

-Mira, el otro día escuché ruidos en la sala y me asome un poco -comencé a explicarle-. Vi a un tipo que hablaba con Thom, acerca de un negocio o algo así. Y hoy volví a escuchar que alguien hablaba y vi que era el mismo tipo que hablaba con Thom. Decía algo como que no había querido hacer el negocio, que alguien no había aceptado y que le habían ofrecido diez mil dólares.

- ¿Pero a que se refiere?

-Calla. Y Thom le dijo que le ofreciera lo suficiente hasta que aceptara -hice una pausa y solté un suspiro-. Papá oculta algo.

(...)

Cada vez faltaba menos para el crucero y en estos días Harry y yo hemos estado saliendo mucho, sí me gusta y no puedo evitar sonreír como una estúpida cuando lo veo.

Acerca de Thom, ha estado mucho más extraño.

Va todas las noches al casino y vuelve en la mañana, casi no ha hablado con nosotros y casi cada noche Matt y yo vemos a Carlos en la casa.

Pero aún no sabíamos bien que era lo que estaba haciendo.

Esta era la sexta cita que tenia con Harry, ha pasado mucho tiempo.

- ¿De verdad solo quieres caminar? -le pregunte, llevábamos diez minutos caminando por Las Vegas en nuestra sexta cita.

-Bueno, es que hay que hacer ejercicio gatita -dijo burlón -. Pero tranquila que ya llegamos.

Se detuvo en un pequeño parque, más bien como un jardín y nos sentamos en el pasto.

-Sabes, ha sido un maravilloso mes -habló luego de unos minutos, sí. Desde hacia un mes que habíamos llegado aquí. -. Y la verdad estoy muy agradecido con la vida por haberte puesto en mi camino...

Escuché como su voz se quebraba, algo estaba pasando.

-Hay algo que no te he contado y no sé si quiero hacerlo -prosiguió -. Pero te mereces la verdad, pero ¡joder Grace!

Acunó su cabeza en sus manos y soltó un suspiro frustrado.

-No quiero que me odies por esto.