Blanco Y Negro

Cap. 2

Extrañamente Jade no podía dejar de pensar en ese Monstruo, ese lobo enorme que caminaba en dos patas, en esa esencia que su sangre emanaba

Descuidadamente Jade saboreo y pasó su húmeda lengua por sus gruesos labios rosados, que se olvidó de la presencia del alpha frente a él.

Thomas Antonio viendo que había logrado tal reacción en tal eminente omega, acercó su mano a la suya y acarició su dedo muy suavemente, tanto que era casi como si insinuara tener una relación carnal, Jade al sentir dicho toque, apartó su mano rápidamente.

- ¿no era lo que querías?- dijo Thomas ofendido

- ¿que?- respondió ingenuamente Jade sin entender mucho a la primera hasta que soltó un "haaaa" - no quiero tener sexo contigo, si eso es lo que piensas, hice ese gesto porque recordé el aroma de otro alpha, uno más fuerte que tú.

Thomas solo bufo en desagrado y bebió un sorbo del vino tinto de su copa

- tu abuelo planea casarnos lo más pronto posible, será mejor que pongas una fecha

Jade solo solto un "pfff" y rio agraciadamente - creo que eso no se va a poder querido...

Los ojos color jade del omega comenzaron a cambiar y brillaron como cristalinos ojos felinos, Thomas sintió su piel erizada, se sentía como una pequeña liebre frente a un lobo hambriento por carne fresca, de pronto recordó a su padre advertirle que cuando tuviera la cita con el omega del clan Salvatore se asegurara de hacerlo en un lugar público en donde haya espectadores, que era por su propia protección, ya que se rumoraba que la alimentación de cierto omega era algo "especial"

Abriendo los ojos como si hubiese visto la verdad del mundo el alpha comenzó a temblar, el omega sólo lo observaba con burla

- ¿porque tan callado? ¿Te comieron la lengua los ratones? O... Será que me temes

Thomas solo dio un gran trago de saliva y se levantó de la silla

- dis-disculpe pero tengo una reunión muy importante y se me hace tarde - dijo nervioso mirando su reloj en su muñeca

- Mmmm, que lástima, creo que hubiera tenido un gran festín contigo-dijo Jade con una sonrisa de oreja a oreja

Thomas al escucharlo no lo pensó más y apresuró el paso tanto que se tropezó con una silla cercana

"¡ese maldito omega da miedo! ¡Es que cada alpha que tenga intensiones de casarse con el termina devorado! ¿Es por el que hay desapariciones de alphas en la ciudad?"

Jade al ver que el sujeto ya se había ido, se quedó un rato más y comió tranquilamente su filete, aunque comer esta clase de carne no era tan delicioso como "otras"

- Alphonse - llamó y de inmediato un hombre atractivo de mediana edad con un traje pulcro se presentó a lado de él - ¿hiciste lo que te pedí?

- ¡si mi señor! - dijo a la brevedad y sacó unos documentos empaquetados.

Era difícil encontrar a un sujeto de inseminación, más si sólo lo has olido una vez, pero esas cosas no eran problema para Jade.

La noche pasada quedó tan extasiado por el olor de ese alpha que al día siguiente salió a caminar y después de estar unas horas fuera de pronto sintió un hilo de olor, pero uno muy tenue que se tuvo que concentrar en el aroma, llegando así a mirar a un sujeto joven alto de tez morena y de largo cabello negro lacio atendiendo en un pequeño supermercado que era todo sonrisas con los clientes, tuvo que comprar algo en ese super para llegar a observarlo de cerca, que cuando llegó su turno de pagar parecía que el se acordaba de él, que se quedó pasmado al verlo ahí, de pronto un sonrojo se remarcó en su morena piel del rostro y tímido le recibió el pago con tarjeta, Jade no desaprovechó la oportunidad y miró su gafete de empleado.

Ahora sabiendo su nombre era más sencillo investigar sobre el.

Nombre: Taurus Onawa

Edad: 25 años (según el acta)

Sexo: hombre/ alpha

La información que obtuvo era variada y le dejaba más preguntas que respuestas, como por ejemplo, que no ha tenido otro lugar de residencia más en el lugar que se había mudado con su familia que se conformaba de una madre alpha, un padre alpha y él de hijo único

- mi señor, esa familia es muy extraña, será mejor que no se acerque

Jade solo acariciaba su barbilla y lo dejó aún más interesado - ¿porque lo dices?

- los he observado por toda una semana, y cada noche hacen una especie de ritos adentrados en el bosque, una especie de danza, no se que signifique.

"¿será la danza de los espíritus?" pensó Jade

- gracias Alphonse, creo que ya tengo al sujeto perfecto para preñarme - dijo Jade con satisfacción - aunque sería mejor comermelo- dijo saboreando.

Alphonse solo se inclinó levemente y así como vino se fue.

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A los días siguientes, Jade pensó como hacer para acercarse al joven, pero eso no fue necesario, pues después de ir unos días al supermercado y comprar cosas al azar para después no ir, había ganado a un acosador muy tímido.

Lo veía antes de ir a trabajar, y después de salir de la oficina, cuando iba a restaurantes y cuando iba de regreso a su departamento.

Pero en esta ocasión estaba en el restaurant al que iba todo el tiempo, no era que era su favorito, era cuestión de rutina, pero el solo ver a aquel nativo enorme con gorra y sudadera volteando a verlo de vez en cuando en la mesa de a lado, solo no podía aguantar las ganas de reír y se tapó la boca con su mano ¡se veía tan sospechoso y tan lindo a la vez!

Después de acabar su comida, pidió la cuenta y pagó, salió todo sonrisas del lugar y caminó, no tardó mucho que el cachorro lo siguiera poniendo una distancia, hasta que lo guió a un callejón intransitado y lo tomó rápidamente del brazo confrontandolo, el chico se sorprendió tanto que solo pudo reaccionar en defensa, cambiando de lugares y apresandolo contra la fría pared de ladrillos y tomando ambos brazos de Jade con solo una de sus manos.

Jade interesado por tal nivel de fuerza solo se le salió un - ¡waaoo! - de la boca

El chico al ver quien era a quien le había hecho aquello, se sonrojó y lo soltó de inmediato

- lo-¡lo siento! ¡Lo siento! ¿Estas bien? ¿Te hice daño?

- no hay ningún alpha que me haga daño, pero... Tu... Tu eres especial...

Jade se acercó a él tan seductor y con una de sus manos tomó su barbilla observando bien su rostro, solo pudo pensar "muy guapo y atractivo"

- yo te gusto ¿verdad?

- ¿he?

El chico estaba sorprendido.