1. El vestuario de Chicas

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KNOX

El reloj en mi mesa de noche marcaba las 7:30 a.m, un silencio ensordecedor reinaba en entre las paredes de mi casa, tal vez Charlie no se encontraba, aunque lo mas probable era que se hubiese desmayado en el sofá de nuestra sala de estar, mirando algunos de sus partidos de futbol repetidos.

La banda sonora de Star Wars comenzó a sonar en mi teléfono, regalo de los padres de Sam por mi décimo séptimo cumpleaños, y la foto de mi mejor amigo inundo la pantalla de inicio.

-¿Que hay cabeza hueca? Estaré en tu casa en diez minutos, y si no estas en el porche cuando estacione mi auto, congelaras tu trasero de camino a la escuela, hoy no quiero llegar tarde, empiezan las pruebas para el equipo de futbol, y eso significa ver a Tori Donovan con su traje de porrista.- Antes de que pudiera responder, la comunicación se corto.

Me levante de mi cama enumerando las razones por las cuales debería de asistir a clases cuando una tormenta de nieve estaba a la vuelta de la esquina, pero si quería que me dieran la beca que tanto tiempo trabaje en obtener, mi asistencia debía de ser perfecta.

Y por razones que no quiero mencionar, ya había empezado con el pie izquierdo.

Baje las escaleras lo mas silencioso que mis botas viejas lo permitieron, luego de varios años de practica, se perfectamente como pasar inadvertido en estas cuatro paredes, pero para mi mala suerte, una vez en llegue al salón, su voz, esa voz que fue producto de mis pesadillas varios años de mi vida, me llamó desde la cocina.

-Knox -Siempre odie como mi nombre sonaba en sus labios, como si solo el hecho de pronunciarlo le produjera nauseas.

Me acerque lentamente hacia el hombre que me dio la vida, mirando a todos lados en la habitación menos a él, siempre deteste ser tan cobarde en su presencia. Espere en silencio a que volviera a hablar, mientras mas rápido saliera huyendo de aquí, mas rápido el alma me volvería al cuerpo.

-Hoy es noche de póker, así que compra cervezas al volver de la escuela, y no quiero volver a verte hasta mañana, así que busca otro lugar en donde dormir.- Charlie dejo un sucio billete de cincuenta dólares en mi mano, ni siquiera le importa el hecho de que no tenga la suficiente edad para comprar alcohol, solo le interesa el hecho de que lo consiga, pero para mi suerte la señora de la tienda a dos calles de mi casa, me lo vendía sin hacer preguntas después de que en varias ocaciones llegara con golpes y contusiones en mi cara.

Guarde el billete en el bolsillo de mi mochila, y salí de mi casa en el momento en el que el que el jeep de Sam estacionaba en la acera. Corrí hacia la puerta del co-piloto mientras me ponía un mi usual gorro gris sobre mi cabello, intentando protegerme de la atroz lluvia que golpeaba la tierra.

-Esta especialmente frío esta mañana.- Comente mientras me acomodaba en el asiento y aceptaba el café que Sam me ofrecía, se había convertido en nuestra rutina tan pronto como nos hicimos amigos cercanos, Helen, la madre de Sam nos preparaba el desayuno ambos, cuando un día oyó de casualidad que le comentaba a su hijo que jamas desayunaba, porque las mañanas eran en donde Charlie se volvía mas violento.

-Vivimos en Minnesota, aquí siempre esta más frío que el trasero del abominable hombre de las nieves. Esa es la razón principal por la que me postulare para alguna universidad de Florida o uno de esos estados en donde el Frío no te congele hasta las celular cerebrales.

-No es que te hagan un gran daño Sam, el frío no encuentra nada que congelar dentro de tu cerebro.

-Ja, ja , muy gracioso, ten cuidado Knox, algún día mataras a alguien de la risa. ¿Has pensado en ser comediante en Comedy center?

Sleep Walking ( Saga Shuffle Songs #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora