Capitulo 6

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Tres días habían pasado desde la vuelta a su casa. Su padre no la deja ir a ningún lado sin los agentes, ni siquiera podía pisar Industria Futuro sin al menos cinco guardaespaldas a cuestas. Era una estupidez, el peligro parecía haber pasado, las amenazas se habían detenido, pero su padre y Korra insistían que era solo la calma antes de la tormenta, algo iba a ocurrir y ellos tenían que estar preparados.

Hablando de Korra, se había instalado con su equipo en la mansión a pedido de Hiroshi, algunos iban y venían como si fueran empleados de la mansión, otros a veces solo aparecían como trabajadores momentáneos que venían arreglar algún problema de electricidad o cosas por el estilo. En cuanto a Korra, ella había optado por estar allí las 24 hs del día como si fuera el casero y jardinero de la mansión, eso le permitía vivir bajo el mismo techo y recorrer cada rincón de su hogar sin levantar sospechas en caso de que los estuvieran vigilando.

Para Asami verla todos los días no estaba ayudando a sus sentimientos encontrados, en especial cuando tenía a Opal y Kuvira quemándole la cabeza de que era toda una situación romántica de película.

-Vamos Asami tienes que admitirlo, es romántico. Tu enamoramiento de niña está aquí trabajando como tú guardaespaldas por qué tu vida está en peligro.

-Opal esto no es una mala película romántica, Korra no me quiere, ella solo está haciendo su trabajo y fin de la conversación.

-No estoy de acuerdo con Opal, pero sí creo que Korra siente algo por ti.

-Kuvira no estás ayudando.

-Solo marcó un punto.

Las tres se encontraban tomando sol junto a la piscina de la mansión, al menos si sus vacaciones habían sido arruinadas y Asami no podía ir a ningún lado iba aprovechar las instalaciones de la mansión Sato al máximo.

-No hay ningún punto, ¿Korra y yo? jamás sucederá. Ya me hice a la idea y es mejor que ustedes también, no sé porque insisten.

-Porque Bolin opina igual que nosotras y él es uno de los mejores amigos de Korra, por eso.

-¿Cómo que Bolin? ¿Lo sigues viendo?

-Si, no soy la persona para la que el Loto Blanco está trabajando, así que no está rompiendo ninguna regla.

-¿Tú sabías esto?

-Si.

-¿Y no dirás nada?

-No es de mi incumbencia.

-Pero opinar sobre mi vida amorosa si lo es.

Asami se levantó de la reposera y se ató el pareo en la cintura. Kuvira se quitó los anteojos de sol y la miró preocupada, no quería molestar a su amiga, ya estaba pasando por muchas, no necesitaba estresarla más con sus comentarios.

-Espera, no te enojes, ¿A dónde vas?

-A la cocina tengo hambre.

-¿Por qué no le pedís a tu mayordomo que nos traiga algo?

-Porque necesito estar sola un momento.

-Asami, discúlpanos. Opal y yo solo estábamos siendo bromistas como siempre. No diremos más nada sobre Korra, ya lo entendimos. ¿Verdad hermana?

-Si, Asami solo estábamos siendo idiotas, perdón.

-Está bien, solo será un minuto ya vuelvo.

La morena de ojos jade se alejó de las hermanas Beifong suspirando, sabía que sus amigas tenían buenas intenciones y querían darle ánimos de que Korra sentía lo mismo que ella, pero no ayudaba.

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