ʕुTallʔु| minisong. [HIATUS]

Familia.

Los cuatro chicos estaban en la casa de los hermanos Song, en un silencio inquietante en la sala de estar. Hyeongjun tomaba la mano de Minhee con fuerza mientras que Serim observaba el papel que le dió el padre de Allen, en donde estaba anotado el número de el padre de Minhee.

—Mini... ¿Quieres que llamemos? ¿Te sientes listo? — Preguntó Junnie mirándolo un poco dudoso.

—Sí, siempre había pensado que no tenía familia y ahora que sé que sí la tengo, es algo que me hace muy feliz.

Hyeongjun asintió con una pequeña sonrisa y miró a su hermano para darle una señal de aprobación para que llamara al número que le había dado el padre de su novio.

—¿Diga?— Se escuchó una voz masculina al otro lado de la línea y Serim contuvo el aire unos cortos segundos ante de hablar.

—¿Es usted el señor Kang Daniel?

—Así es ¿Con quién hablo?— Preguntó el hombre en tono tranquilo.

—Mi nombre es Song Serim y encontramos a su hijo, Kang Chamin.—

Un silencio largo tomó la línea ajena mientras Serim intentaba tranquilizarse un poco, mirando en dirección a su hermano con Minhee.

—¿Qué?— Se escuchó en la otra línea, más una respiración un tanto tensa.

—Señor, es verdad lo que le digo, le enviaré la dirección y necesito que venga, puede confirmarlo usted mismo.

—Está bien, iré con mi esposa ahora mismo.

Luego de que la llamada fuera colgada, Serim envió la dirección de su casa al número y luego volvió hacia los tres chicos que lo miraban.

—Vendrán, tal vez lleguen en una o dos horas.

—Gracias Serim, eres el mejor hermano. —Habló Hyeongjun y se levantó con Minhee para ir a su habitación.

—Gracias, prometo que te compensaré lo que haz hecho, igual a ti. —Minhee habló para Serim y Allen.

Ambos menores subieron al segundo piso y Hyeongjun hizo que Minhee se recostara en su cama, se sentó a su lado y comenzó a acariciar su cabello.

Ambos se miraban fijamente, trasmitiéndose millones de emociones solo por el contacto de sus ojos. Minhee con una de sus manos tomó el rostro de Hyeongjun y lo acercó a él con suavidad, dejando finalmente un pequeño beso en sus labios, por lo que el menor se sonrojó un poco ante esa acción tan inesperada.

—Estoy nervioso, tú cercanía me ayuda a relajarme.

Habló Minhee antes de hacer que el menor se acostara a su lado, acurrucándolo en su pecho. Se quedaron en esa posición dándose mimos por varios minutos hasta que Serim entró en la habitación un tanto agitado, por lo que ambos chicos lo miraron rápidamente.

—Ya están aquí. —Habló Serim.

—Pero dijiste que llegarían en una o dos horas, apenas pasaron treinta minutos.

—Lo sé Junnie, pero ya llegaron. Bajen ahora, están esperando en la sala.

Hyeongjun miró a su hermano salir por la puerta y luego se levantó de la cama para mirar a Minhee, quien hacía lo mismo pero de manera más torpe al estar nervioso. Se acercó al cuerpo del alto y dejó un beso en sus labios ante de tomarlo de la mano.

—Vamos juntos.— susurró con una sonrisa.

Minhee también sonrió y bajaron a la sala, en donde se escuchaba la voz de Serim y Allen hablar con otras dos totalmente diferentes para Hyeongjun, aunque no totalmente para Minhee ya que sabía que esas voces las había escuchado antes.

Una vez que ingresaron a la sala, se quedaron de pie mirando a los dos adultos que habían llegado, estos miraron a Hyeongjun y luego a Minhee, el menor solo soltó la mano del alto para darle espacio y se alejó mientras los adultos se acercaban a este. Minhee se notaba muy nervioso pero también temeroso, sus emociones se estaban acumulando en su pecho haciendo que doliera y que sus ojos ardieran como el infierno.

—¿Chamin?...

Jihyo fue la primera en acercarse al chico alto y lo observó de pies a cabeza, con una de sus manos tocó la mejilla de Minhee y de un momento a otro abrazó al jovencito que tenía en frente mientras comenzaba a llorar. Minhee también comenzó a llorar abrazando el cuerpo de la mujer y miró en dirección a Daniel que intentaba mantenerse fuerte, pero terminó llorando igualmente cuando su mirada cruzó con la de su hijo, haciendo que se acercara también para abrazarlo junto a su esposa.

—Te buscamos todos estos años... Y finalmente te encontramos.— Susurró en un sollozo Daniel.

Hyeongjun quien miraba toda la escena junto a Serim y Allen, abrazó a su hermano para permitirse llorar, estaba feliz porque Minhee se reencontrara con su familia, ya que ahora podría vivir una vida normal como la que siempre le contaba que deseaba cada vez que se iban a dormir.

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Estoy: Chata de la cuarentena.
¿Alguien más lo está?
Siento que si sigo así voy a hacer la murisión.
Espero que les haya gustado esta parte, besos.
-Draks.