Cuántico

Capítulo 1

Habían pasado exactamente 9 años desde que lo había perdido, los tengo contados desde los días hasta las horas. Podrían llamarme obsesionado y no me molestaría porque de alguna forma lo estoy. Ví morir al hombre que más había admirado y amado desde que tengo uso de razón. Es comprensible mi actuar ¿verdad?

Terminada la "aventura" en Europa y con E.D.I.T.H. aun de mi lado, le pedí toda la información que tuviera acerca de lo que Tony había hecho para volver en el tiempo y traer de regreso las gemas. Para mi mala suerte era información que había sido eliminada de todos los servidores, no podían arriesgarse a que cayera en manos de algún loco.

Scott fue el único que se apiadó de mi dolor y me habló un poco sobre lo que había sucedido. Me contó acerca de lo único que recordaba bien: La partícula de Pym, esa que se negaron a darme. Y al igual que lo demás, siguió siendo una incógnita. Más sus restricciones no iban a detenerme.

"Incómoda está la cabeza que lleva la corona".

Esa frase me había acompañado durante todas mis noches de insomnio, era una de las frases que había dicho Henry en Enrique IV: Acto III, escena I. El pobre hombre estaba cansado, enfermo y abrumado. Al igual que yo.

Actualmente tengo tantas responsabilidades. Nunca dejé las calles, debía mantenerlas seguras para Morgan, a fin de cuentas, la adolescente tiene el mismo carácter que su padre pero es un poco más dulce. Igual gusta de molestarme cuando estoy trabajando en medio de algo importante.

Cuando terminé la escuela, fui becado para entrar en la Universidad Empire State, donde allí quemé mi cerebro tratando de aprender de todo. Me ofrecieron un puesto de Bioquímico en Industrias Stark, el cual no me molesté en rechazar. Mientras estaba allí con Ned, estábamos creando nuestro propio "imperio" Industrias Parker, la cual se dedicaría a ayudar a la sociedad mientras en secreto llevaba a cabo mi egoísta plan.

Ocultos en un amplio sótano, he pasado 4 años de mi vida casi viviendo aquí. Conozco todas las manchas en las paredes, las grietas en el piso, el ruido de las máquinas y sus luces.

—Hola Pete, te traje donas y café —dijo Ned entrando al lugar, dirigiéndose hasta el centro de la sala donde estaba revisando los paneles de control.

—Gracias, pero guárdalos para cuando regrese —dije, volteándolo a ver y me miró sin entender lo que estaba diciendo. —Esto ya está listo, hoy es el día.

—¡Ay, no! —soltó en seco.

—¡Ay, sí! —le respondí en broma, encendiendo los generadores de energía del portal.

Ned se quedó congelado y fui hasta su lugar para empujarlo hasta la zona de control. Le quité lo que traía en las manos y las dejé a un lado, sobre la mesa de los cafés en el área de descanso.

—Vamos, enciende el portal —pedí, acomodándome frente al arco metálico.

—Peter, tengo miedo, esto no es como "Back to the Future".

—No, pero quizás resulte como en "Interstellar" —respondí, riéndome nervioso. —Espero que no, dudo que tú o Morgan entiendan código morse.

Ned me miró con disgusto apretando el puente de su nariz. Me imagino que debe estar asustado, su mejor amigo estaba por cometer una locura.

—¿Estás seguro de esto?

—Llevamos mucho tiempo en esto, Ned. Aprendí todo lo que tenía que aprender para llevarlo a cabo. ¿Aún así me lo preguntas?

—Si te soy sincero, nunca pensé que esto podía ser posible.

—¿Acaso no confías en mí?

—Es una misión suicida y yo lo estoy consintiendo.

—Necesito hacerlo, Ned.